Con los años es normal que la memoria falle y no se recuerden las cosas con la misma facilidad que en la juventud, pero la alimentación tiene un papel clave en la protección de la memoria. También los ejercicios de memoria diarios ayudan a que no se pierda tanto con el paso de los años. Un estudio publicado en Neurology, la revista médica de la Academia Estadounidense de Neurología, revela que las personas que comen o beben más alimentos con flavonoles antioxidantes tienen una tasa más lenta de deterioro cognitivo. Los flavonoles son un tipo de flavonoide, un grupo de fitoquímicos que se encuentran en los pigmentos vegetales conocidos por sus efectos beneficiosos para la salud. De hecho, algo tan simple como comer más frutas y verduras y beber más té es una manera fácil para que las personas desempeñen un papel activo en el mantenimiento de la salud de su cerebro. Es algo cotidiano para mucha gente y quizá impensable para otros.
Por si fuera poco, la memoria es uno de los elementos del cerebro que más estudios ha recibido en los últimos años. La lucha contra enfermedades como el Alzhéimer y otras patologías relacionadas con la pérdida de memoria han incrementado el gasto tanto en investigación como en medios paliativos para las personas que lo sufren. De este modo, son muchos los estudios que asocian la alimentación con la prevención.
Numerosos estudios, por tanto, aseguran que las vitaminas C, E y A son las que ayudan a evitar el deterioro cognitivo y los alimentos más ricos en este tipo de nutrientes son las verduras de hoja verde, como las espinacas, col rizada, berros, acelgas, endivias, lechuga o la rúcula. También el consumo frecuente de brócoli, fuente de vitamina K, la cual ayuda a la retención de información, se ha mostrado eficaz en tratamientos para el Alzheimer.
Además recientemente se ha descubierto un nuevo alimento, rico en antioxidantes, que mejora la memoria. Investigadores de la Facultad de Medicina Lewis Katz de la Universidad de Temple (LKSOM), en Filadelfia (Estados Unidos), han demostrado que el aceite de oliva virgen extra protege las células y su deterioro, previene enfermedades cardiovasculares y preserva la memoria, sorteando también la manifestación de patologías como el Alzhéimer.
Entre otros beneficios del consumo de aceite de oliva virgen extra, se puede encontrar la pérdida de peso, acción antiinflamatoria, propiedades anticancerígenas por su contenido en ácido oleico, combate la diabetes en hasta un 50% en la reducción de casos tipo II, regula el colesterol, protege la salud capilar y es bueno para el sistema cardiovascular por su contenido en grasas monoinsaturadas. Y por supuesto, es una aliado de la memoria.
Antioxidantes que protegen la memoria
- Kaempferol: se encuentra en la col rizada, las alubias, el té, las espinacas y el brócoli
- Miricetina: se halla en el té, el vino tinto, la col rizada, las naranjas y los tomates
- Quercetina: abunda en los tomates, la col rizada, las manzanas y el té.
Qué cantidad de antioxidantes hay que comer para la memoria
Los investigadores comprobaron que las personas que tenían una tasa menor de pérdida de memoria consumían un promedio de 15mg de flavonoles al día. Para llegar a esta conclusión estudiaron a 961 personas con un promedio de 80 años sin demencia y siguieron sus casos durante 7 años. Realizaron pruebas cognitivas y de memoria anuales que incluyeron recordar listas de palabras, así como recordar números y ponerlos en el orden correcto. Los participantes fueron divididos en cinco grupos según la cantidad de flavonoles que ingerían. El grupo que menos consumía tomaba solo 5mg de flavonoles al día y el que más ingería un promedio de 15mg por día, que equivale a aproximadamente una taza de verduras de hojas verdes oscuras.
Al analizar los resultados comprobaron que en los que consumían más flavonoles, la tasa de pérdida de memoria era más lenta conforme pasaban los años. El flavonol antioxidante que tenía mayor efecto protector era el kaempferol, seguido de la miricetina y por último de la quercetina.