¿Cómo acabar de manera efectiva con los mocos?

Tener mocos y tos cuando uno se resfría es lo más habitual del mundo pero, en ocasiones, son tan molestos que no dejan respirar bien, lo que conlleva un mal descanso y un cansancio acumulado durante los días que dura el resfriado. No hay que olvidar que el frío trae consigo la aparición de los resfriados y con ellos, la temida tos y los mocos. De hecho, la mucosidad nasal es el síntoma más frecuente de los constipados, seguido de la nariz tapada, del cansancio y del dolor de garganta y cabeza. Pero, es cierto que hay resfriados que cursan sin mucosidad pero la mayoría de ellos se presentan con este síntoma.

En ocasiones cuando la mucosidad se acumula tanto en el pecho como en la nariz es un síntoma claro de una batalla por parte del organismo contra un agente patógeno. Por tanto, los mocos, o secreciones nasales, son una respuesta natural del cuerpo para atrapar y eliminar partículas extrañas, como polvo, gérmenes y alérgenos, del sistema respiratorio. Sin embargo, cuando se vuelven excesivos o persistentes, pueden resultar molestos y afectar la calidad de vida. Aunque un cuerpo saludable requiere alguna mucosidad, demasiada puede causar incomodidad. El exceso puede ser causado por:

1. Infecciones, como resfriado común y gripe
2. Alergias
3. Irritación de la nariz, garganta o pulmones
4. Afecciones digestivas, como la enfermedad de reflujo gastroesofágico
5. Fumar productos que contienen tabaco
6. Enfermedades pulmonares como neumonía, cáncer de pulmón, fibrosis quística o enfermedad pulmonar obstructiva crónica

Antes de saber cómo eliminar ese exceso de mucosidad tan molesto hay que saber que el catarro común es una infección de la vía respiratoria superior, generalmente producido por virus, autolimitado en el tiempo, que puede cursar con diferente sintomatología como mucosidad, tos, dolor de garganta, dolor de cabeza, estornudos, fiebre, etc. La diferencia principal entre un resfriado sin mocos y otro con mocos está en la orientación terapéutica, ya que el objetivo del tratamiento siempre será paliar los síntomas.

Entonces ¿Qué tratamientos hay para los mocos? ¿Se deben eliminar? No hay que olvidar que los mocos son una secreción producida por las glándulas mucosas y submucosas de la nariz, cuya función es proteger a la vía aérea de agentes infecciosos, de la contaminación, el polvo, agentes irritantes, etc. además de regular la temperatura y la humedad de la nariz. El problema viene cuando hay un exceso pero, se puede decir que el organismo produce mucosidad de forma fisiológica, sin embargo, cuando existe inflamación de la mucosa, como por ejemplo en las infecciones o alergias, aumenta la producción de mucosidad y puede volverse más espesa, siendo en ocasiones muy molesto.

Consejos para eliminar el moco

Debe quedar claro que no hay tratamiento para curar el resfriado pero sí los síntomas, como los mocos. En este caso, el principal consejo será beber mucha agua, de hecho, la hidratación a base de agua, es una de las recomendaciones sobre las que más estudios científicos existen. Otros consejos son:

• Hidratación: Beber suficiente agua es fundamental para mantener las secreciones nasales fluidas y fáciles de eliminar. Mantenerse bien hidratado ayuda a reducir la viscosidad de los mocos y facilita su expulsión.
• Medidas posturales y de confort: elevar la cabecera de la cama, posición más incorporada, etc.
• Humidificación del ambiente
• Evitar contacto con agentes irritantes: humo, polvo, agentes tóxicos, etc.
• Hacer vahos: Son recomendables aquellos que se hacen con unas hojas de eucalipto. Con las hojas sumergidas en agua caliente, hay que colocarse una toalla sobre la cabeza y hacer inspiraciones, esto ayudará a descongestionar la nariz.
• Vaporización: Inhalar vapor de agua caliente puede aliviar la congestión y suavizar las secreciones nasales. Se puede hacer tomando una ducha caliente o utilizando un humidificador. También se puede inhalar vapor sobre un recipiente con agua caliente y cubriendo la cabeza con una toalla.
• Usar un aerosol nasal salino o enjuague: Un aerosol salino o lavado nasal puede eliminar la mucosidad y alérgenos de la nariz y senos nasales. Lo mejor es buscar aerosoles estériles que solo contengan cloruro de sodio y asegurarse de usar agua esterilizada o destilada cuando uno se lave.
• Hacer gárgaras con agua salada. Esto puede aliviar una garganta irritada y puede ayudar a eliminar la mucosidad residual. Se pueden hacer gárgaras varias veces al día con una cucharada de sal en un vaso de agua caliente.
• Usar eucalipto. Los productos de eucalipto se han usado para calmar la tos y reducir la mucosidad durante años. Usualmente se aplican directamente al pecho, pero unas cuantas gotas de aceite de eucalipto también pueden agregarse a un difusor o a un baño caliente para ayudar a despejar la nariz.
• Descongestionantes: Los descongestionantes nasales de venta libre pueden proporcionar alivio temporal de la congestión nasal al reducir la inflamación de los tejidos. Sin embargo, no se deben usar durante más de tres días seguidos, ya que pueden causar efectos secundarios.
• Antihistamínicos: Si los mocos son el resultado de una reacción alérgica, los antihistamínicos pueden ser efectivos para reducir la producción de moco.
• Tomar una bebida caliente: Un caldo es una buena opción, ya que no deja de ser un líquido que hidratará la mucosa y hará sentirse mejor gracias a los nutrientes que contiene.
• Alimentación equilibrada: Mantener una dieta rica en frutas y verduras puede fortalecer el sistema inmunológico y reducir la inflamación, lo que puede ayudar a controlar la producción de mocos.
• Reposo: Descansar adecuadamente es esencial para permitir que el cuerpo se recupere y combata la infección o alergia subyacente que puede estar causando los mocos.
• La cebolla, ideal para dormir: Esta hortaliza tiene un sinfín de propiedades y para comprobar sus beneficios en caso de resfriado solo hay que ponerla abierta en un plato cerca de la almohada. Aunque el olor en la habitación pueda resultar desagradable, no hay que desmerecerlo sino aprovechar sus virtudes. Bien es sabido que la cebolla ayuda a despejar la nariz y evitar la tos, por lo que puede ser una gran aliada.
• Compresas tibias: Pueden usarse para después de sonar la nariz. Para ello, hay que colocar una toalla humedecida en agua tibia, o calentarla en el microondas, y colocarla por el rostro. Ese ligero vapor que se desprende ayudará a respirar mucho mejor, a la vez que consigue calmar.

El uso de mucolíticos ¿sí o no?

En muchas ocasiones, la búsqueda urgente de tratamientos o de medidas que alivien la mucosidad hace que muchas personas acudan a la farmacia a comprar un mucolítico. Estos medicamentos tienen la capacidad de modificar la producción, secreción, naturaleza y composición del moco y/o interactuar con el epitelio mucociliar. Es decir que un mucolítico tiene como principal función disminuir la viscosidad de la secreción bronquial para conseguir facilitar la expulsión del esputo pero también busca reducir la hipersecreción bronquial.

Su acción varía en función del tipo de mucolítico. Así, algunos actúan rompiendo directamente la estructura química de determinados componentes del moco, otros alterando la composición de las secreciones glandulares y mucosas y/o su contenido en agua, y, por último, otros presentan cierta acción surfactante. Por ello, hay que destacar que los mucolíticos estarían indicados para el tratamiento sintomático de procesos de las vías respiratorias superiores que se manifiesten con un exceso de secreción mucosa, como es el caso del resfriado común, la gripe, etc.