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Consejos para deshacerse de la barriga cervecera

La barriga cervecera es cosa de hombres y mujeres. Personas con extremidades delgadas y obesidad abdominal, ¿por qué sucede? ¿Cómo eliminarla?

La barriga cervecera es cosa de hombres y mujeres. Personas con extremidades delgadas y obesidad abdominal, ¿por qué sucede? ¿Cómo eliminarla?
obesidad, salud, alcohol | Pixabay/CC/Tumisu

La cerveza es la bebida alcohólica más consumida en el mundo, de hecho, en España la consumen casi el doble de hombres que de mujeres, 49,5% de hombres frente al 28,1% de las mujeres. ¿Es por eso que la barriga cervecera se suele asociar más con ellos? Pues no exactamente, pero sí está más ligada a los varones, aunque las mujeres no se libran, ya que en realidad es porque se relaciona con la distribución de grasa inducida por hormonas androgénicas. Y si bien la ingesta de alcohol incrementa la obesidad general, la barriga cervecera se encuadra en el fenotipo de personas con extremidades delgadas y una zona central más pronunciada, de tal manera que existe una desproporción.

A pesar de esto, hay que tener claro que a mucha gente le gusta tomar una cerveza para relajarse o pasar un buen rato con amigos, especialmente en fin de semana o después de una dura jornada de trabajo. Pero hay que saber que con el tiempo, todas esas calorías adicionales pueden hacer que crezca algo llamado "barriga cervecera". La barriga cervecera es una tripa protuberante y redonda, o una cintura más grande que las caderas, sabiendo que este tipo de barriga puede ser peligrosa ya que el tipo de grasa que causa una barriga cervecera está relacionada con problemas de salud graves, como las enfermedades cardiovasculares.

Pero, ¿Por qué aparece la barriga cervecera? Debido a una ingesta excesiva de calorías, la grasa visceral que se desarrolla alrededor de los órganos se acumula en el abdomen en lugar de debajo de la piel. A medida que esta se acumula, empuja la pared abdominal hacia afuera y aflora esa tripa redonda tan característica. En realidad, lo cierto es que la cerveza no es la única responsable de esa tripa, sino que a las calorías que esta aporta hay que añadir las de los aperitivos que casi siempre la acompañan. No obstante, también hay otros factores como la edad, la genética, el sedentarismo, el descanso, la actividad física o la retención de líquidos que también van a influir en que la cintura aumente el tamaño de su circunferencia. En cualquier caso, según los expertos, cuando la cintura del hombre mide más de 102 centímetros y la de la mujer más de 88, lo peor no es la cuestión estética, sino que el peligro es que la salud puede verse afectada. Alcanzadas esas dimensiones, aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, diabetes, demencia, asma, cáncer de mama, próstata y colorrectal, así como otros problemas de salud crónicos.

Más de dos cervezas a diario: daño hepático e hinchazón

La cerveza en sí misma no aumenta la barriga, aunque puede dar esa sensación por la hinchazón de los gases. Sin embargo, cuando se consume en cantidades elevadas, lo que sería más de dos al día, sí que provocará un daño a nivel hepático donde uno de los síntomas evidentes es la distensión o hinchazón de la zona abdominal causada por la acumulación de líquido. En este caso sí se produce un aumento de barriga y, por supuesto, un riesgo para la salud tanto a nivel cardíaco como hepático. No obstante, si la ingesta de una o dos cañas en hombres y una en mujeres se combina con ejercicio adecuado y se lleva una dieta normocalórica, no debería ser causante de obesidad. Lo mismo ocurre si este consumo de cervezas es ocasional.

Consejos prácticos para eliminar la barriga cervecera

  • Revaluar el consumo de alcohol: El alcohol es rico en calorías y su consumo excesivo puede contribuir al aumento de peso. Para evitarlo se puede considerar reducir la cantidad de cerveza y otras bebidas alcohólicas que se consumen o buscar opciones bajas en calorías.
  • Mantenerse hidratado: Beber suficiente agua es esencial para el metabolismo y puede ayudar a controlar el apetito ya que a menudo, la sed se confunde con hambre, llevando a un consumo excesivo de calorías. No hay que olvidar que la ingesta adecuada de agua no solo ayuda a reducir las toxinas que hay en el organismo, sino que también facilita todos los procesos del aparato digestivo.
  • Comer lentamente: A la hora de mejorar toda la digestión de las grasas, siempre necesarias en su justa medida en toda dieta, se debe masticar los alimentos con calma y no ingerirlos con prisa. El estrés a la hora de comer también es un factor que contribuye al sobrepeso.
  • Adoptar una dieta equilibrada: Es importante enfocarse en una dieta rica en vegetales, frutas, proteínas magras y granos enteros. Evitar los alimentos procesados, altos en azúcares y grasas saturadas, que pueden contribuir al aumento de grasa abdominal.
  • Consumir frutas en ayunas: Ingerir fruta antes de desayunar es otro mecanismo que contribuye a un mejor funcionamiento del sistema linfático, al tiempo que facilita la eliminación de grasas y toxinas y mejora el tránsito intestinal.
  • Alimentos con fibra: Tomar alimentos con fibra en lugar de grasas no solo permitirá mantenerse en el peso adecuado, sino que además ayudará al aparato digestivo a realizar mejor su labor y a ir al baño con la justa frecuencia. La fibra se halla en verduras, legumbres y frutas. Fritos, bollería industrial y alimentos procesados deben ser suprimidos poco a poco del día a día y dejarlos para momentos ocasionales.
  • Muchos cereales y carbohidratos en la justa medida: Tomar cereales, sobre todo en el desayuno y en lugar de otros productos como la bollería industrial, aportará al organismo los nutrientes necesarios para la energía diaria. Por otra parte, los hidratos de carbonos, presentes en la pasta y el arroz, son positivos después de hacer ejercicio, pero no suelen ser recomendables a la hora de cenar, donde son más aconsejables los alimentos ligeros, como una ensalada de verduras.
  • Ejercicio regular: La actividad física es clave. Lo ideal es combinar ejercicios cardiovasculares, que ayudan a quemar calorías, con entrenamiento de fuerza, que aumenta la masa muscular y mejora el metabolismo. Además no hay que olvidar incluir ejercicios específicos para fortalecer el abdomen, aunque la reducción de grasa localizada no es posible sino que hay que reducir el porcentaje general de grasa corporal.
  • Entrenamiento aeróbico/fuerza: Las sesiones de cardio pueden comenzar con una actividad moderada. La bicicleta estática, incrementada en intensidad durante un período de 30-40 minutos, puede ser un buen método. A continuación, se puede realizar un ejercicio de fuerza, como pesas o flexiones, para completar la jornada de entrenamiento.
  • Series de abdominales: Los ejercicios de abdominales suponen otras de las facetas básicas en el entrenamiento. En la primera semana se puede comenzar con tres series de abdominales al día y luego incrementar la duración en semanas posteriores de manera paulatina. Estos ejercicios ayudan a tonificar el abdomen, al tiempo que ayudan a perder peso.
  • Descansar adecuadamente: El sueño juega un papel crucial en la regulación de las hormonas del hambre, de hecho, la falta de sueño puede aumentar el apetito y disminuir la motivación para hacer ejercicio.
  • Reducir el estrés: El estrés crónico puede llevar a un aumento de grasa abdominal a través de la liberación de la hormona cortisol. Se pueden probar técnicas de relajación como la meditación, el yoga o simplemente dedicar tiempo a las aficiones.

Alimentos y bebidas que disminuyen la barriga cervecera

Para disminuir la obesidad abdominal, lo más aconsejable es seguir una dieta hipocalórica con respecto a lo que cada persona consume a diario o potenciar el ejercicio físico. Todos los alimentos que se incluyen en la dieta mediterránea, consumidos en la proporción adecuada, permiten asegurar las necesidades que la actividad física diaria precisa. No obstante, hay alimentos que se utilizan especialmente contra la barriga cervecera. Uno de ellos es el anís como uno de los más utilizados para los gases y el jengibre, que además de eliminar los gases ayuda a combatir las náuseas y vómitos, así como la melisa, el cardamomo y el cilantro. Por último, hay que destacar el carbón activo, que puede reducir los síntomas, pero también puede interferir en la absorción de fármacos.

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