Las conversaciones con uno mismo se denominan soliloquios. Muchos pensadores como Noam Chomsky, John Locke o Lev Vygotsky han estudiado los efectos del lenguaje interior. Aunque a veces se piensa que hablar en alto es una característica de las personas locas, realmente se ha demostrado que no es así. De hecho, Albert Einstein solía repetir sus frases en voz alta continuamente. Un estudio de los psicólogos Daniel Swigley y Gary Lupyan demuestra que hablar solo es beneficioso para la salud mental y un rasgo característico de las personas que cuentan con una gran inteligencia emocional.
Además, la investigadora Hélène Loevenbruck del Laboratorio de Psicología y NeuroCognición de la Universidad de Grenoble, ha realizado en un estudio sobre cómo el diálogo interno influye en la autoconciencia, la planificación y el control emocional. Según el estudio, la afirmación de que el espacio mental contiene verbalización interna se remonta al Antiguo Egipto y a la Antigua Grecia.
El lenguaje interno: imágenes, sensaciones...
El diálogo interno no solo son los monólogos que se expresan a través de las palabras, según Hélène Loevenbruck, también se puede manifestar de forma más abstracta y a menudo se entrelaza con elementos no lingüísticos. De hecho, incluye imágenes, sensaciones y emociones.
El estudio psicológico ha revelado que el lenguaje interior es multimodal. Esto significa que se manifiesta de diferentes formas, como las sensaciones auditivas cuando se escucha un susurro en la mente. También puede aparecer como cualidades sensoriales, cuando el pensamiento se escucha en la mente y este se acompaña de sensaciones musculares en la lengua y en la garganta. Además, las imágenes visuales son fundamentales, puesto que los gestos labiales, faciales, manuales y escritos participan en el lenguaje interno de las personas.
Por otro lado, el estudio sugiere que el habla interna implica procesos motores como la frecuencia respiratoria, la velocidad del habla, la actividad muscular y los patrones cerebrales. Sin embargo, a pesar de que el estudio declara el lenguaje interior como beneficioso, también advierte sobre la rumiación verbal y las alucinaciones verbales auditivas. Esta tendencia consiste en darle vueltas a los mismos temas y preocupaciones una y otra vez, y puede derivar en estrés y ansiedad. Por ello, los expertos destacan llevar un equilibrio de los pensamientos internos.
La anendofasia: pensar sin una voz interior
Generalmente, todo el mundo piensa en voz alta o tiene pensamientos internos. No obstante, existen personas que tienen esta voz interior apagada. Este fenómeno se denomina anendofasia y el 2% de la población vive con esta condición.
El discurso interno está íntimamente ligado a la conciencia, que permite reflexionar acerca de las experiencias y desarrollar una comprensión de la identidad personal. Los científicos han encontrado que la conciencia se asocia principalmente con el hemisferio izquierdo del cerebro, que es crucial para el lenguaje en alrededor del 88% de las personas. Esto sugiere que el funcionamiento del lenguaje interno y la conciencia están interrelacionados en la estructura cerebral. Estas investigaciones han concluido que los pacientes afectados por algún daño en el hemisferio izquierdo que desarrollan afasia (problemas para comprender el lenguaje o expresarse), también pierden la voz interior.
El estudio de la psicóloga Loevenbruck concluye que hablar en voz alta fortalece la capacidad cognitiva y emocional, por lo que la gente que padece anendofasia suele tener más problemas con la memoria verbal, la detección de rimas y el control de la conducta durante cambios de tarea y percepción de categorías, según un reciente estudio sobre las variedades de habla interna.
Desafortunadamente, la población adulta que ha desarrollado anendofasia no puede entrenar la voz interna, sin embargo, los niños sí que pueden desarrollarlo.