
La obesidad es un problema de salud pública a nivel mundial. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el año 2022, 2.500 millones de adultos tenían sobrepeso, de los cuales 890 millones eran obesos, lo que representa a 1 de cada 8 personas en el mundo.
El peso al nacer se considera un aspecto clave a la hora de predecir la salud del resto de la vida del bebé. De hecho, varias investigaciones han demostrado que los bebés que nacen con alto o bajo peso tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedades como la diabetes tipo 2, cáncer y trastornos cardiovasculares.
Un nuevo estudio realizado en Brasil por la Facultad de Medicina Ribeirão Preto de la Universidad de São Paulo (FMRP-USP) y publicado en Journal of Obesity, ha afirmado que hay una relación entre el sobrepeso paterno y el peso del recién nacido en el parto. Cuánto mayor es el índice de masa corporal del padre, menor es el peso del bebé en el parto, según el estudio.
"Existen muchos estudios sobre salud fetal y neonatal que no tenían en cuenta el estilo de vida de los padres", ha declarado la directora Daniela Saes Sartorelli, autora del estudio y profesora del Departamento de Medicina Social de la FMRP-USP. Por ello, comenzaron a investigar las consecuencias que tenía el peso del padre en el nacimiento de su hijo.
El peso del padre afecta al ADN el bebé
El estudio ha contado con 89 familias brasileñas con una madre, un padre y un bebé. Ha sido la continuación de un ensayo clínico que investigó el efecto de la intervención de asesoramiento nutricional en el aumento de peso de 350 mujeres embarazadas con sobrepeso. Además, el grupo del estudio prevé ahora analizar el efecto de la dieta paterna y el consumo de ultraprocesados y la calidad de las grasas.
La madre tiene un vínculo directo a través de la placenta y otras células, que vinculan la obesidad materna con el desarrollo del bebé. Ahora, el estudio ha descubierto que el sobrepeso paterno puede provocar alteraciones epigenéticas, que son cambios bioquímicos en el ADN del bebé que alteran los genes.
Mariana Rinaldi Carvalho, primera autora del artículo e investigadora en la Facultad de Medicina, ha explicado cómo en estudios con animales se demostró que algunos genes expresados por el padre podían afectar al crecimiento de la placenta del feto, y no poder alcanzar su potencial genético de crecimiento. Es decir, una dieta poco saludable del padre y el sedentarismo pueden provocar trastornos metabólicos en su descendencia.
"Ahora sabemos que factores de estrés ambiental y el sobrepeso pueden incluir en la estructura y calidad del esperma del padre, alterando la expresión genética y afectando al ADN de sus hijos", ha aclarado la investigadora Mariana Rinaldi Carvalho.
Un menor perímetro de la cabeza del bebé
El estudio también ha descubierto que cuánto mayor índice de masa corporal y mayor perímetro de la cintura tenían los padres, menor era el perímetro de la cabeza del recién nacido.
A pesar de que no se encontraron anomalías ni malformaciones, el estudio sí descubrió esta relación. Ahora se deben investigar más parámetros para descubrir la importancia real del hallazgo.


