
Con la llegada de las primeras temperaturas primaverales, España se enfrenta a la amenaza de la oruga procesionaria del pino, un insecto que causa grandes preocupaciones en zonas donde los pinares predominan, especialmente en las regiones mediterráneas y zonas montañosas de la Comunidad de Madrid.
En los últimos días, se han registrado avistamientos de las orugas en diferentes localidades españolas, lo que ha encendido las alarmas entre los ciudadanos y las autoridades.
En la Comunidad de Madrid, el Cuerpo de Agentes Forestales ha instado a los residentes a extremar las precauciones, especialmente en parques y áreas forestales de la Sierra de Guadarrama, el este y el sureste de la región. La plaga ha adelantado su ciclo biológico debido al aumento de las temperaturas, lo que ha acelerado su aparición en zonas urbanas y rurales.
🌲 La Comunidad de Madrid controla la oruga procesionaria en más de 65.000 hectáreas de pinares.
🐛 Las plagas de estos lepidópteros disminuyen el vigor del arbolado, haciéndolo más sensible a los incendios.
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— Comunidad de Madrid (@ComunidadMadrid) February 22, 2025
Un insecto que pone en peligro a mascotas y niños
Las orugas de la procesionaria son reconocidas por sus largos nidos en los pinos y su peligrosa forma de desplazarse en procesión, en la que se agrupan en filas a medida que avanzan. Los pelos urticantes que cubren su cuerpo liberan toxinas capaces de provocar graves reacciones alérgicas en las personas y daño en los animales.
Los perros son especialmente vulnerables, pues el simple contacto o ingestión de estas orugas puede causar necrosis en la lengua, la garganta y otros órganos, pudiendo ser fatal sin atención veterinaria urgente.
Por su parte, los niños también corren un alto riesgo si tocan las orugas, ya que las toxinas pueden ocasionar problemas respiratorios, erupciones cutáneas y daños oculares.
Ante este peligro, las autoridades recomiendan no acercarse a las zonas afectadas, mantener a las mascotas con correa y evitar que los niños jueguen cerca de los árboles donde se puedan encontrar los nidos.
Medidas adicionales para frenar la plaga
Además de los métodos tradicionales de control, como los tratamientos fitosanitarios, en la Comunidad de Madrid se ha impulsado una iniciativa para favorecer a las aves insectívoras, depredadores naturales de la procesionaria, mediante la instalación de cajas nido en zonas de pinares. Esta acción forma parte de una estrategia más amplia para controlar la plaga sin recurrir exclusivamente a pesticidas.


