
En España, el 57,7% de la población de 15 años o más ha reportado tener alguna enfermedad o problema de salud crónico, mientras que un 14,6% ha presentado síntomas depresivos. Estos son algunos de los datos que refleja la Encuesta de Salud de España 2023, publicada este martes por el INE (Instituto Nacional de Estadística).
Uno de los datos más llamativos es que, aunque los españoles han mejorado sus rutinas alimenticias y su actividad física, los niveles de sobrepeso no han dejado de aumentar. Actualmente, el 62% de los hombres y el 48% de las mujeres adultas tienen exceso de peso, cifras que han crecido de forma sostenida desde 1987. En el caso de los niños, aunque la tendencia se ha estabilizado en torno al 23%, sigue siendo preocupante.
"La relación emocional entre la comida y las emociones se establece en los primeros años de vida. Por eso es esencial educar desde la infancia, y ahí tienen un papel fundamental tanto el sistema educativo como las familias", ha señalado Albert Lecube, jefe del Servicio de Endocrinología del Hospital Arnau de Vilanova de Lérida, en esRadio.
Por otra parte, Clotilde Vázquez, endocrinóloga de la Fundación Jiménez Díaz, ha advertido en esta cadena de que muchos casos de obesidad tienen causas emocionales profundas. "Preguntamos a los pacientes cuándo comenzaron a ganar peso y por qué. A menudo hay factores psicológicos, hormonales o duelos detrás".
Una mejora en la percepción del estado de salud
En el lado positivo, el informe refleja una notable mejora en la percepción que los ciudadanos tienen de su estado de salud. En 1987, el 65% de los españoles decía tener buena o muy buena salud. En 2023, ese porcentaje ha subido al 74%. Incluso entre los mayores de 75 años, la percepción positiva ha mejorado del 37% al 40%. Este dato se considera un reflejo de los avances en prevención, atención sanitaria y calidad de vida.
Otro punto favorable es la importante reducción del tabaquismo. Si en 1993 el 32% de la población fumaba a diario, en 2023 solo lo hace el 17%. En el grupo de jóvenes de 15 a 24 años, el descenso ha sido aún más brusco, pasando del 40% a menos del 14%. No obstante, preocupa el auge del cigarrillo electrónico entre los menores. Andrés Zamorano, del Grupo de Tabaquismo de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia, ha advertido en esRadio: "La edad media de inicio del vapeo ha bajado a los ocho o nueve años. Es escandaloso".
También ha bajado el consumo habitual de alcohol: en 2006, el 64% de los hombres y el 46% de las mujeres bebía al menos una vez por semana. Hoy lo hacen el 51% y el 40%, respectivamente. A pesar de esta caída, España sigue entre los países con mayor consumo per cápita de Europa, con once litros de alcohol puro por persona al año. "El alcohol sigue demasiado ligado al ocio. Parece que, si no bebes, no te puedes divertir, y eso hay que cambiarlo desde casa y desde la sociedad", ha apuntado en esRadio Eulalia Alemani, de Fad Juventud.
Aumento notable de los problemas de salud mental
Sin embargo, el reto más preocupante que destaca la encuesta es el aumento de los problemas de salud mental. El 14% de la población de 15 años o más presenta síntomas depresivos, y un 8% sufre depresión severa. Las mujeres se ven especialmente afectadas: un 35% manifiesta sufrir síntomas, frente al 24% de los hombres. La brecha se amplía con la edad.
"Lo que más me llama la atención es el incremento tan significativo en la sintomatología depresiva", ha afirmado Estefanía Zardoya, médico de familia y miembro del grupo de trabajo de salud basada en las emociones de SEMFYC (Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria), en el programa En casa de Herrero, de esRadio.
Para la doctora, el origen de esta problemática no es solo individual, sino social. "Si muchas personas al mismo tiempo desarrollan el mismo problema de salud, el origen suele ser ambiental. Vivimos bajo estrés crónico, sin conciliación, con trabajos sedentarios y sin acceso fácil a alimentos saludables. No todo depende de la voluntad individual, ha subrayado la experta.
Por ello, la encuesta deja una doble lectura. La ciudadanía parece estar respondiendo positivamente en cuanto a salud, pero el entorno social y económico no siempre acompaña. La obesidad, la salud mental y las desigualdades sociales siguen siendo desafíos estructurales. "Las personas estamos ocupándonos de nuestra parte. Falta saber si las instituciones harán lo mismo con lo que depende de ellas", ha concluido la doctora Zardoya.


