
El síndrome de Diógenes es un trastorno de conducta descrito en 1966 por MacMillan y Shaw, y bautizado así en 1975 por Clark, Mankikar y Gray. Suele aparecer en personas de edad avanzada que viven solas –especialmente mujeres– y se caracteriza por la acumulación compulsiva de objetos inservibles, el abandono de la higiene personal y doméstica, así como un aislamiento social extremo.
Aunque no está reconocido como enfermedad clínica independiente en las guías diagnósticas, se suele asociar a otros trastornos psiquiátricos como esquizofrenia, depresión, alcoholismo o demencias. Se estima que afecta al 3% de la población mayor de 65 años.
Síntomas, causas y tratamiento
Las personas con este síndrome tienden a llenar sus viviendas de desperdicios y objetos sin valor, carecen de suministros básicos, presentan una alimentación deficiente y una higiene muy precaria. Suelen mostrarse hostiles ante cualquier ayuda y niegan la existencia del problema. Entre los factores predisponentes se encuentran la soledad, el duelo, la pérdida de vínculos afectivos o de reconocimiento social, además de rasgos de personalidad como la obstinación, la desconfianza o la introversión.
El abordaje del síndrome de Diógenes es complejo porque los pacientes rara vez reconocen su enfermedad. Los especialistas en Psiquiatría y Psicología clínica recomiendan una intervención multidisciplinar que combine:
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Terapia cognitivo-conductual, para modificar la relación con los objetos y fomentar hábitos saludables.
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Tratamiento farmacológico, principalmente ansiolíticos o antidepresivos para problemas asociados.
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Intervención social y familiar, con seguimiento domiciliario para garantizar unas condiciones mínimas de higiene y alimentación.
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Terapia ocupacional y de grupo, para mejorar rutinas diarias, relaciones sociales y autocuidado.
Cómo ayudar a una persona con síndrome de Diógenes
El primer paso es detectar el problema sin confrontación directa, buscando la mediación de familiares, servicios sociales o sanitarios. Es fundamental ofrecer ayuda profesional (psicólogos o trabajadores sociales).
En casos más graves, se puede solicitar la intervención de las autoridades para limpiar y sanear la vivienda, siempre priorizando la salud del paciente y de su entorno. La prevención pasa por el acompañamiento de personas mayores en riesgo de aislamiento y por el diagnóstico precoz.
Relación con el riesgo de incendios
Uno de los mayores peligros del síndrome de Diógenes es el riesgo de incendios. Las viviendas repletas de objetos facilitan que una simple chispa o fallo eléctrico se convierta en un fuego incontrolable. La almacenamiento de materiales no genera como tal un fuego, sin embargo, la acumulación de objetos inflamables sí que acelera la propagación de las llamas, mientras que el desorden y los pasillos bloqueados dificultan la evacuación y el trabajo de los bomberos.
Los cuerpos de emergencias advierten de que estas condiciones reducen drásticamente las posibilidades de rescate y aumentan las muertes por siniestros domésticos. La prevención mediante la limpieza, la supervisión del entorno y el tratamiento del paciente es clave para evitar tragedias.


