
Busco una cita de Luis Buñuel, en Mi último suspiro, sobre un autor español con fama de maldito, cuatro de sus novelas se llevaron al cine con gran éxito. Me enredo entre las páginas de Buñuel y no logré encontrar lo que busco. Pero me he pasado media tarde releyendo y disfrutando de los cuentos de Buñuel. Un genio. Me he reído de algunas de sus brutalidades y he gozado con sus miles de sutilezas. Y siempre me tomo muy en serio su crítica a los pedantes. "Detesto", dice Buñuel, "el pedantismo y la jerga. A veces, he llorado de risa al leer ciertos artículos de los Cahiers du cinema. En México (…) le pregunté a un joven profesor del Centro de Capacitación Cinematográfica qué enseña, y me responde 'La semiología de la imagen clínica'. Lo hubiera asesinado." En fin.
El escritor que yo buscaba en el libro de Buñuel, era la antítesis de la pedantería. Pero no lo hallé y, por lo tanto, no puedo contarle a propósito de qué asunto en concreto lo citaba Buñuel. Ya lo encontraré otro día. Quizá la cosa tiene que ver con algunas de las novelas de El Caballero Audaz, por este seudónimo era conocido José María Carretero Novillo (1887-1955), llevadas al cine. Entre esas novelas destacan La sinventura, La venenosa, Mi marido, La bien pagada o Traje de luces. Esta última dirigida por el exquisito Edgar Neville. Todas estas novelas y películas fueron muy populares. Carretero fue un gran escritor y periodista. Silenciado después de su muerte y copiada sin cesar por todas las generaciones posteriores. Se le cita despectivamente y se le ningunea como un escritor asalariado. Los mediocres desprecian la excelencia.
