( LD ) Las medidas preventivas son la mejor solución posible en el tratamiento de los tapones de cerumen: evitar la utilización de bastoncillos en exceso, evitar el empleo frecuente de champús y acudir al médico otirrinolaringólogo una vez al año de forma rutinaria.
La mayoría de los tapones de cera son fácilmente eliminados en el hogar y no se requiere la intervención del médico o del personal de enfermería. No obstante, en caso de sordera súbita, producida o no después de un baño, lo más recomendable es que sea el médico quien examine al paciente y establezca la certeza de la presencia de un tapón.
La extracción de los tapones de cerumen es muy sencilla, siempre que no existan contraindicaciones. Existen dos procedimientos: la maceración con ciertas sustancias, y la irrigación de canal auditivo con agua templada. Generalmente, la maceración implica la utilización de sustancias cerumenolíticas durante algunos días, con lo que el tapón suele deshacerse de forma rápida y completa. Este método es más fácil, rápido, seguro y cómodo para el paciente.
El otro procedimiento es la extracción con un utensilio especial, o bien se aspira a través de una cánula, en el caso de que el tapón no salga por el drenaje natural del canal auditivo.

La acumulación de cerumen en el canal auditivo conduce a la formación de tapones, que se manifiestan por una sordera temporal brusca tras un baño.