L. D. / EFE
La representación se desarrolló con dificultades debido a que el público no dejó de intervenir durante todo el espectáculo, con interpelaciones procedentes de la platea dirigidas a la puesta en escena de Liliana Cavani, que al final del espectáculo muchos de los entendidos definieron como estática, superficial y sin alma.
Las críticas también se dirigieron a la interpretación de la protagonista, la soprano rusa Maria Guleghina, a la que en más de una ocasión algunos de los espectadores le gritaron "vuélvete a Rusia". Que la noche operística no sería "mágica" se pudo prever antes del comienzo de la representación, ya que se anunció que el protagonista, Ambrogio Maestri, no se encontraba en buenas condiciones físicas y tuvo que ser sustituido en el tercer acto tras recibir varios abucheos del público.
El único que se salvó de las críticas fue el director musical y del Teatro, Riccardo Muti, que recibió el reconocimiento de la platea.
Las críticas también se dirigieron a la interpretación de la protagonista, la soprano rusa Maria Guleghina, a la que en más de una ocasión algunos de los espectadores le gritaron "vuélvete a Rusia". Que la noche operística no sería "mágica" se pudo prever antes del comienzo de la representación, ya que se anunció que el protagonista, Ambrogio Maestri, no se encontraba en buenas condiciones físicas y tuvo que ser sustituido en el tercer acto tras recibir varios abucheos del público.
El único que se salvó de las críticas fue el director musical y del Teatro, Riccardo Muti, que recibió el reconocimiento de la platea.
