L D (Libertad Digital)
El conocido maestro del thriller, en la mayoría de sus filmes mezcló hábilmente el suspense, sexo y humor. Comenzó su carrera en 1919 ilustrando los títulos de las tarjetas para las películas mudas en un estudio londinense de la Paramount. Más tarde aprendería a escribir guiones, editar y a hacer labores en la dirección de arte, además de ascender a asistente de director en 1922, año en el que hizo su primer filme (aunque no lo llegó a terminar) “Nº13 or Mrs. Peabody”. “The pleasure garden”, una producción anglo-alemana de 1925, fue su primera cinta como director.
Después de sucesivos éxitos en su Inglaterra natal, como “Los 39 escalones” o “El hombre que sabía demasiado”, se trasladó a Estados Unidos en 1940. “Rebecca” fue su primera película en esas tierras. De ahí vendrían “Foreign correspondent” (1940), “Suspicion” (1941), “Shadow of a doubt” (1943), “Notorius” (1946) “Rope” (1948), “Under Capricorn” (1949), entre muchas otras.
Pero fue en la década del 50 y 60 donde Hitchcock creó sus cintas más emblemáticas. En 1958 “Vértigo”, causó multiples reacciones por las vueltas que tenía la trama, donde Kim Novak hechizaba con su encanto al actor con el que más se identificaba el director, James Stewart (Cary Grant personificaría en múltiples cintas al personaje contrario, es decir, al seductor que el rechoncho y tímido Hitchcock siempre quiso ser).
En 1960 llegaría “Psicosis”, en el que Anthony Perkins daba vida a Norman Bates un hombre trastornado por el fantasma de su madre. La escena de la muerte en la ducha de Janet Leigh es de verdad antológica por las múltiples tomas hechas y constituye una de las secuencias más parodiadas y elogiadas en la historia del cine.
En “Los pájaros” (1963), el mal estaría personificado por las fuerzas de la naturaleza y Tippi Hedren (madre de Melanie Griffith) quedaría marcada de por vida por esta cinta, ya que gracias (o por desgracia) a ella, Hitchchock se obsesionaría con la rubia actriz, que dirigiría más tarde en “Marnie, la ladrona”.
Llegada la década del 70, Hitchcock dejaría de prodigarse en la gran pantalla y comenzaría su exitoso programa de televisión “Alfred Hitchcock presenta”, donde mostraba las historias de suspenso que tanto le atraían.
El maestro del suspenso fallecería el 28 de abril de 1980 por problemas cardiacos, tras haber recibido el elogio de público y crítica.
Después de sucesivos éxitos en su Inglaterra natal, como “Los 39 escalones” o “El hombre que sabía demasiado”, se trasladó a Estados Unidos en 1940. “Rebecca” fue su primera película en esas tierras. De ahí vendrían “Foreign correspondent” (1940), “Suspicion” (1941), “Shadow of a doubt” (1943), “Notorius” (1946) “Rope” (1948), “Under Capricorn” (1949), entre muchas otras.
Pero fue en la década del 50 y 60 donde Hitchcock creó sus cintas más emblemáticas. En 1958 “Vértigo”, causó multiples reacciones por las vueltas que tenía la trama, donde Kim Novak hechizaba con su encanto al actor con el que más se identificaba el director, James Stewart (Cary Grant personificaría en múltiples cintas al personaje contrario, es decir, al seductor que el rechoncho y tímido Hitchcock siempre quiso ser).
En 1960 llegaría “Psicosis”, en el que Anthony Perkins daba vida a Norman Bates un hombre trastornado por el fantasma de su madre. La escena de la muerte en la ducha de Janet Leigh es de verdad antológica por las múltiples tomas hechas y constituye una de las secuencias más parodiadas y elogiadas en la historia del cine.
En “Los pájaros” (1963), el mal estaría personificado por las fuerzas de la naturaleza y Tippi Hedren (madre de Melanie Griffith) quedaría marcada de por vida por esta cinta, ya que gracias (o por desgracia) a ella, Hitchchock se obsesionaría con la rubia actriz, que dirigiría más tarde en “Marnie, la ladrona”.
Llegada la década del 70, Hitchcock dejaría de prodigarse en la gran pantalla y comenzaría su exitoso programa de televisión “Alfred Hitchcock presenta”, donde mostraba las historias de suspenso que tanto le atraían.
El maestro del suspenso fallecería el 28 de abril de 1980 por problemas cardiacos, tras haber recibido el elogio de público y crítica.
