
31 de diciembre del año 1999. Un minuto después, año 1000. El mundo, tal y como se conocía por aquel entonces, desaparece. Una lluvia de meteoritos convierte al planeta Tierra en un lugar apocalíptico en el que los pocos supervivientes tendrán que refugiarse en cuevas para escapar de la ceniza y la destrucción que hay fuera. La luz del sol, oculta tras la oscuridad. El mundo al aire libre se convierte con el paso de los milenios en un lugar hostil lleno de bestias salvajes y los seres humanos están en peligro de extinción. Hasta que un día, los rayos de sol vuelven a aparecer entre las nubes de ceniza y polvo y la humanidad sale al exterior.
El párrafo anterior resumen brevemente lo que nos explican al principio de esta Edad Perdida volumen 1 El fuerte de las landas, que nos trae Yermo Ediciones, pero esta historia va más allá de ese mundo postapocalíptico. Aquí sobre todo encontraremos una historia humana dentro de un mundo deshumanizado. Los seres humanos se organizarán en clanes, con todo lo que eso significa. Hablamos de luchas internas, externas, combates y muertes por territorio y comida, traiciones, exilios, penas capitales... todo lo que habitualmente tenemos en este tipo de historias que destruyen el mundo y ponen a prueba a sus habitantes. Si esa premisa te convence, este es tu cómic.

Antes de continuar con el análisis, apartado técnico: guion de Jérôme LeGris, dibujo de Didier Poli, color Bruno Tatti, contiene Les âges perdus vol. 1, edición cartoné de la editorial Yermo, tamaño de 223 X 312 MM, 56 páginas y un precio de 17 euros.
Vamos con la reseña
Lucha de clanes y supervivencia en un mundo deshumanizado
La Edad Perdida, como ya hemos mencionado anteriormente, nos lleva a este mundo hostil en el que los seres humanos supervivientes del armaggedon tendrán que adaptarse a todo tipo de problemas sobreviviendo a bestias salvajes, inclemencias meteorológicas y, sobre todo, al propio y egoísta espíritu humano. En este primer volumen lo que nos vamos a encontrar es una buena toma de contacto con esta historia gracias a 56 páginas que sirven de presentación inicial de la obra, pero que van mucho más allá. Es un tomo corto, sí, aunque no está exento de dar muchos detalles de personajes, escenarios y late motiv del guion. Jérôme LeGris no necesita muchas más páginas para, en un solo volumen, ofrecernos un gran carrusel de elementos de este nuevo universo que pone ante nuestros ojos. Lo que quiero decir con esto, a fin de cuentas, es que la historia se pone interesante desde el principio, no como ocurre con otros guiones en los que deben pasar varios volúmenes para hacerte una idea general de lo que ocurre.

La Edad Perdida, nunca mejor dicho, no pierde el tiempo. Primero te cuenta el fin del mundo, te coloca varias piezas sobre el tablero en cuanto a los clanes y escenarios que nos vamos a encontrar y rápidamente se mete de lleno en acción y hecho concretos. Nada de dar vueltas alrededor del objetivo sin golpearlo. Has venido para saber qué ocurre y cómo funciona el nuevo mundo y LeGris te lo cuenta sin distracciones. La narrativa va al grano y por eso su lectura es entretenida y veloz a la par que interesante y con contenido.
Por otro lado, los personajes están bien presentados y pese a que aún tenemos que esperar para conocer más detalles de su forma de ser, ya que esto es solo una primera toma de contacto, la sensación que te deja el cómic al terminarlo es que puedes comprar la idea o no, pero la tienes bien explicada. Se agradecen historias así que no se aprovechen de la excusa de estar en plena presentación para dejar al lector a medias. Hay guiones de los que se dice "voy a darle una grapa más o un tomo más a ver si me convence". Aquí, no. La Edad Perdida, el fuerte de las landas no te mete 10 entrantes antes del primer plato sino que te pone el entrecot en la mesa para que des o no tu visto bueno. Como lector y crítico agradezco cuando una obra es franca con sus pretensiones y esta lo es.
A nivel personal, me ha gustado bastante este primer tomo. Más allá del escenario postapocalíptico que hemos visto muchas veces, este entrecot me gusta porque está bien presentado, bien cocinado y tiene, aparte del grueso de la historia, muchos elementos añadidos que en mi opinión abrirán con el paso de los volúmenes un universo muy rico en detalles y componentes. En eso ayuda sobre todo el dibujo de Didier Poli y el color de Bruno Tatti. La secuencia inicial con la lluvia de meteoritos es espectacular y a lo largo de la obra van mezclando momentos de cierta luminosidad y esperanza con oscuridad total. Todo sin perder la sensación de que, pase lo que pase, bueno o malo para los personajes, nuestros protagonistas siempre están en peligro de muerte.
Os dejo varios ejemplos del dibujo:


Volviendo a los personajes para rematar la reseña, la que más destaca es la protagonista principal, Elaìne, porque el guion, de momento, no termina de proponer en este primer volumen a un malo malísimo que marcará las idas y venidas de los personajes, sin embargo, sí se decanta rápidamente por Elaìne como la protagonista que tendrá que madurar y asumir el liderazgo cuando aún no estaba preparada para ello. Por el momento lo que nos cuentan de ella promete. Tiene fuerza, coraje y no vacila a la hora de tomar decisiones que le pueden costar la vida. Y para explicar eso, no solo hay una presentación simple y un pequeño contexto. El guion de Jérôme LeGris le da varias capas al personaje de Elaìne en tan solo 56 páginas y ese es un punto a favor de este cómic: la buena presentación del personaje principal sin tener que esperar a que la historia avance en mas volúmenes.
Por último está la edición de Yermo. Siempre cuidada, como es habitual con esta editorial. Tanto la reproducción de las viñetas como el tamaño de la obra potencian más el trabajo de LeGris, Poli y Tatti.
Conclusiones: buen cómic de presentación que no se queda simplemente en eso, sino que presenta los hechos y rápidamente ofrece acción, conflictos y un primer arco desarrollado de la historia. Entretenida y de rápida lectura. Buen dibujo y mejor color con un buen personaje principal. Si te gusta este tipo de premisas, la Edad Perdida promete emociones fuertes. Si gustan de la lectura, disfruten.