Debido a la globalización, al avance de los tiempos y a la cultura, existen muchas palabras nuevas que pueden sonar extravagantes, pero que al mismo tiempo están recogidas en el Diccionario de la Real Academia (RAE). Algunas de ellas pueden llegar a sorprender.
¿Albóndiga o almóndiga?
Uno de los términos más utilizados y que genera debate es "almóndiga" —en lugar de "albóndiga"—, que está aceptado como vulgarismo y cada vez está más en desuso, a pesar de que entró en la primera edición del diccionario en el año 1726. Cabe mencionar que el hecho de que "almóndiga" sea recogido por la RAE no significa que otros términos también lo estén, como "cocreta", que sigue sin ser reconocida.
Además, aunque pueda sonar raro, "palabro" —palabra rara o mal dicha—, "asín" —vulgarismo de "así" que está presente en el diccionario desde 1770, según indica la RAE—, "toballa" —palabra en desuso para referirse a "toalla"—, "albericoque" —aunque otras frutas como "mondarina" o "malacotón" no están recogidas en el diccionario—, "conceto" —solo admitida como forma en desuso— y "madalena" son aceptados por la RAE.
#RAEconsultas Las dos grafías, «magdalena» y «madalena», son válidas. «Madalena» es variante gráfica aceptable porque refleja la pronunciación general de esta voz incluso entre hablantes cultos, ya que la «g» implosiva no suele articularse. 3/5
— RAE (@RAEinforma) August 22, 2022
Adaptaciones y confusión
Cabe destacar que casi todas las palabras confusas y aceptadas se corresponden con vulgarismos o con expresiones locales dichas en una zona geográfica concreta. Un ejemplo es "apechusques", propio de Andalucía, Murcia y Castilla-La Mancha, para denominar los utensilios y herramientas. Asimismo, algunos extranjerismos han sido adaptados léxicamente al idioma español; un ejemplo es "bluyín", del vocablo inglés "blue jeans", para denominar los pantalones vaqueros.
Por otro lado, sorprende la aparición de algunos términos que podrían estar considerados erróneos, y sin embargo son aceptados por la RAE, como es el caso de "haiga", aunque tiene un significado diferente al que se le podría atribuir —"automóvil muy grande y ostentoso, originariamente de Estados Unidos"—, y "murciégalo", que en realidad es el término original de la palabra "murciélago" para referirse al animal.
Nuevas acepciones
Además, el avance de los tiempos se refleja en el lenguaje, ya que algunas palabras como "lideresa" —característica del lenguaje inclusivo— cuentan con una definición en el diccionario: "persona que dirige o conduce un partido político, un grupo social u otra colectividad". Por otro lado, "amigovio" es una nueva fórmula aceptada por la Institución para referirse a una persona que es novio y amigo al mismo tiempo.
No solo los sustantivos causan confusión en cuanto a si son correctos o no, sino que también algunos verbos conjugados, como "comió", "diré", "aprovechábamos", "díselo", "callarse" o "iros", no son aceptados por la RAE.
Ante cualquier duda, lo ideal es buscar las palabras en el Diccionario de la RAE para salir de dudas y conocer las razones por las que no han sido aceptadas, de momento.