
El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, no ha desaprovechado la oportunidad de alimentar la división política aprovechando el homenaje al poeta Miguel Hernández celebrado en el Ateneo de Madrid. Durante el acto, y a través de un tuit posterior, Urtasun calificó la muerte del autor como un "asesinato", en una muestra más de cómo la izquierda se apropia de las figuras históricas para reescribir su legado y adaptar los hechos a su agenda ideológica.
"Miguel Hernández fue un poeta del pueblo y para el pueblo cuyos versos son parte de la cultura común que conforma la identidad de nuestro país. Después de la anulación de su juicio por parte del Gobierno, hoy rendimos homenaje a quien fue asesinado por transmitir sus ideas", escribió el ministro en su cuenta de X.
Miguel Hernández fue un poeta del pueblo y para el pueblo cuyos versos son parte de la cultura común que conforma la identidad de nuestro país.
Después de la anulación de su juicio por parte del Gobierno, hoy rendimos homenaje a quien fue asesinado por transmitir sus ideas. pic.twitter.com/P56L7ruwWQ
— Ernest Urtasun (@ernesturtasun) December 10, 2024
Sin embargo, la realidad histórica contradice de manera flagrante las afirmaciones del titular de Cultura. Hernández murió en 1942 en la prisión de Alicante, aquejado de una tuberculosis agravada por las condiciones inhumanas de su encarcelamiento. Aunque su muerte fue consecuencia directa del abandono y las precarias condiciones sanitarias del régimen franquista, calificarlo como "asesinato" es una tergiversación histórica que obedece más al sectarismo político que al rigor.
La respuesta de Urtasun a las críticas
La afirmación del ministro no pasó desapercibida y generó reacciones inmediatas. El periódico La Razón publicó un tuit donde acusaba a Urtasun de difundir un bulo: "El ministro de Cultura Urtasun difunde un bulo y afirma que Miguel Hernández fue asesinado cuando realmente murió de tuberculosis". Lejos de corregir sus declaraciones, Urtasun respondió con una defensa que avivó aún más la polémica:
"Miguel Hernández fue encarcelado por sus ideas en las cárceles franquistas durante años. Fue allí donde contrajo la tuberculosis que le mató. Y sí, encerrar a alguien en condiciones infrahumanas hasta matarlo es asesinato."
Miguel Hernández fue encarcelado por sus ideas en las cárceles franquistas durante años.
Fue allí donde contrajo la tuberculosis que le mató. Y sí, encerrar a alguien en condiciones infrahumanas hasta matarlo es asesinato. https://t.co/UdldAfKDh6
— Ernest Urtasun (@ernesturtasun) December 11, 2024
La respuesta del ministro refuerza su postura, pero también evidencia la instrumentalización de la figura del poeta para apuntalar su narrativa política. Si bien es cierto que las condiciones en las cárceles franquistas fueron deplorables y contribuyeron a la muerte de Hernández, la afirmación de "asesinato" sigue siendo objeto de debate y carece del respaldo histórico que exige un análisis riguroso.
La manipulación política de una figura universal
Miguel Hernández, figura clave de la Generación del 27, es una de las cumbres de la literatura española, pero su vida y obra no han escapado a los intentos de apropiación por parte de la izquierda. Militante republicano y comunista durante la Guerra Civil, Hernández fue perseguido tras el conflicto, arrestado, juzgado y condenado a muerte, pena que le fue conmutada por 30 años de prisión. En la cárcel compuso algunas de sus obras más desgarradoras, como las Nanas de la cebolla.
Lo que debería ser un homenaje a su legado poético se convierte, en manos de Urtasun, en un espectáculo de manipulación política. No es la primera vez que el ministro utiliza su posición para generar polémica. Desde comparar la Hispanidad con el colonialismo belga hasta eliminar el Premio Nacional de Tauromaquia, sus acciones dejan claro un patrón ideológico que busca dividir en lugar de unir.
