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¿Cómo leer y escribir números romanos? Descubre las claves según la RAE

Aunque cada vez se usan menos, los números romanos siguen presentes en monumentos, libros y festivales.

Aunque cada vez se usan menos, los números romanos siguen presentes en monumentos, libros y festivales.
La Puerta de Alcalá incluye una inscripción en números romanos en su fachada. | Pixabay/CC/Juanlufer4

Los números siempre provocan dudas y confusiones en los usuarios a la hora de su escritura debido a la longitud. Por si esto fuera poco, también existen los números romanos, que cada vez se utilizan menos.

Origen y tipo de sistema numérico

Los números romanos tienen su origen en los etruscos —civilización que precedió a los romanos en la Península Itálica—, que usaban I, Λ, X, Ψ y ⊕ para representar I, V, X, L, C y M, respectivamente. Posteriormente, este sistema de numeración fue utilizado por los romanos debido a su practicidad y se expandió por todo el continente por la influencia del Imperio Romano.

La Real Academia Española (RAE) ha explicado que "la numeración romana es un sistema acumulativo, en el que cada uno de los signos representa siempre el mismo valor". Cabe destacar que, a diferencia de otros sistemas como el egipcio —donde el orden de los signos no altera el número final—, el romano no solo es aditivo —es decir, que las letras suman—, sino que también resta según la posición de la letra.

¿Cómo escribir con números romanos?

Respecto a su escritura, la RAE ha compartido una serie de normas: "Los signos de la numeración romana se escriben en la forma mayúscula que corresponde a las letras capitales romanas de las que derivan. La única excepción a esta regla general son los números romanos usados para numerar apartados", también llamados "romanitos".

Por otro lado, la RAE ha indicado que "los números romanos se escriben e interpretan de izquierda a derecha, en sentido decreciente, esto es, de los millares a las unidades: MDCCLVI [= 1756]".

Las letras tienen límites a la hora de referirse a un número, pues no debe repetirse más de tres veces consecutivas un mismo signo. Por ejemplo, 555 es "DLV" y no "CCCCCLV". Asimismo, "cuando un signo va seguido de otro de valor igual o inferior, se suman sus valores: VI [= 6], XV [= 15], XXVII [= 27]", según la RAE. Por el contrario, "cuando los signos I, X o C van seguidos de otro de mayor valor, se le resta a este último el valor de aquellos: IV [= 4], IX [= 9], XL [= 40], etc.", tal como ha subrayado la RAE.

Para escribir el mil, se puede utilizar una raya encima de la letra para multiplicar el valor por mil, por lo que 50.000 es "L̄". Cabe mencionar que si existe un signo, no hace falta sustituirlo por otro para aumentar su valor, ya que 10 es "X" y no "VV" (5+5). Por esto, "V", "L" y "D" nunca se repiten, ya que cuentan con el doble de su valor: "X", "C" y "M".

¿Cómo leerlos? Influencia histórica

En cuanto a su lectura, la RAE ha afirmado que "los números romanos que indican año se leen como cardinales: MDCCXXI (mil setecientos veintiuno), [...]; no obstante, hasta el diez pueden leerse también como ordinales", por ejemplo Enrique octavo (Enrique VIII).

Actualmente, se pueden ver muchos monumentos con numeración romana, como por ejemplo la Puerta de Alcalá, así como el nombre de ediciones de festivales, los capítulos de los libros, la escritura de los siglos, etc. Una muestra de la historia que perdura hasta nuestros días.

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