
En la sección No te equiwokes del programa La Trinchera de Llamas analizamos y desmontamos toda la manipulación "batasuna" que ha hecho la izquierda woke española del asesinato del activista Charlie Kirk.
Al igual que pasaba con las víctimas de ETA, tras ejecutarle los zurdos han intentado justificar que está mejor muerto por "fascista", "nazi", "supremacista blanco", "homófobo o tránsfobo", de todo hemos escuchado. Como pasaba en el País Vasco con aquel aberrante "algo habrán hecho".
Manuel Llamas, Nuria Richart y Daniel Rodríguez Herrera se acercan a la figura de este debatiente conservador y tradicional, de 31 años, casado y con dos hijos.
Plantar cara al marxismo en la boca del lobo
Kirk plantó cara al wokismo y al marxismo yendo a las universidades norteamericanas, donde el voto de izquierdas es mayoritario. Se metía en la boca del lobo, por ejemplo en California, con solo una carpa, unas gorras que lanzaba al público, una silla de tijera y dos micros para escuchar y responder a las preguntas que le quisieran plantear libremente los estudiantes. Él pedía que "los de derechas" se quedaran para el final, que pasaran antes los discrepantes con sus ideas y creencias. Poco a poco sus eventos universitarios, denominados 'Demuéstrame que estoy equivocado', se fueron haciendo más multitudinarios y plurales. Los estudiantes dejaron de tener miedo al señalamiento de otros alumnos o de profesores progres.
Cuando murió llevaba unos 20 minutos de presentación y vestía una camiseta que ponía la palabra libertad. En ese momento estaba contestado a un tema espinoso, sobre los tiroteos masivos a manos de personas transgénero.
En Utah Valley, estado del oeste de EE. UU donde le mataron, más de 6.800 personas firmaron una petición para impedir su visita. La universidad tuvo que emitir un comunicado citando los derechos de la Primera Enmienda y afirmando su "compromiso con la libertad de expresión, la indagación intelectual y el diálogo constructivo".
Este es Charlie Kirk el RADICAL de extrema derecha, racista y misogino.
— John P. Acquaviva (@JPAFS) September 13, 2025
Una mujer de un grupo de minoria lo agrede para robarle una gorra y el dice "no la toquen" y sonrie. pic.twitter.com/2dyb61gPdI
Cuenta Rodríguez Herrera que Charlie Kirk fue "el más abierto al diálogo de la derecha que te podías encontrar", recuerda la campaña en EEUU de hace unos años que decía "está bien pegar a un nazi" o que él descubrió a una podcaster negra. También que "dentro de los parámetros de EEUU se le podía considerar de centro derecha".
Y su cristianismo: "Era muy creyente, para él lo primero era la fe, luego la familia y por último la política". Kirk "creía en un gobierno limitado y la libertad de mercado" y alabó las campañas que buscaban "la discriminalización de la homosexualidad en todo el mundo".
No fue "un gran pensador si no un activista inteligente y listo" que escuchaba al del otro lado, que tan poco acostumbrado está a debatir, a replantearse sus ideas o simplemente nunca se ha dado la oportunidad de pensar otra cosa que lo que le dice la secta progre, porque va a misa.
Un "mártir de la libertad de expresión", así lo califica Manuel Llamas.



