
En correos, apuntes o artículos, es habitual ver distintas formas de abreviar "por ejemplo": "p. ej.", "p.e.", incluso "ej." a secas. Pero ¿cuál es la correcta? Según la Ortografía de la lengua española (OLE) y el Diccionario panhispánico de dudas de la RAE, la forma adecuada es "p. ej.", con puntos y espacio entre ambas abreviaturas.
La Real Academia Española (RAE) recuerda que cada parte de la expresión "por ejemplo" se abrevia de manera independiente, separadas por un espacio y cerradas con punto. Es decir, "p. ej.", no "p.ej." ni "p.e.". Esta forma es la más usada y aceptada en textos formales, académicos y periodísticos.
Sin embargo, la RAE también admite otras abreviaturas de origen latino, menos frecuentes en el español actual pero todavía válidas en contextos especializados. Se trata de "v. g." o "v. gr.", derivadas de verbi gratia (‘por gracia de la palabra’), y "e. g." o "e. gr.", de exempli gratia (‘por gracia del ejemplo’). Todas deben escribirse en cursiva o entre comillas si se desea destacar su carácter latino.
Ejemplos de uso correcto de la abreviatura de por ejemplo
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Hay varios factores que influyen en el clima, p. ej., la altitud y la latitud.
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Algunas lenguas romances, v. gr., el italiano y el francés, comparten estructuras similares.
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El texto incluye referencias, e. g., a obras del siglo XIX.
La RAE subraya que el uso de "p. ej." es el más recomendable en la lengua moderna por ser claro, comprensible y propio del español. Las abreviaturas latinas, aunque elegantes, se reservan hoy para textos técnicos o eruditos.
Así que, la próxima vez que quieras poner un ejemplo en tus notas o publicaciones, recuerda: lo correcto es "p. ej.", con punto y espacio. Simple, preciso y aprobado por la RAE.

