
El eterno debate de cada verano: ¿se dice "el calor" o "la calor"? La Real Academia Española (RAE) zanja la duda y aclara que ambas formas son correctas, aunque solo una se considera estándar en el español general.
Según la RAE, "calor" es un sustantivo masculino, por lo que la forma recomendada en la lengua culta es "el calor". Así se usa en la mayoría de los países hispanohablantes y en contextos formales o escritos: "El calor de agosto se hace insoportable", "No soporto el calor del desierto" o "El calor sofocante llenaba la habitación".
¿"El calor" o "la calor"?
Sin embargo, "la calor" no es un error. Se trata de una forma arcaica que pervive en varias regiones de España —como Andalucía, Extremadura o Murcia— y también en partes de América Latina. En esas zonas, "la calor" se usa con total naturalidad y, a veces, con un matiz expresivo: se asocia a un calor más intenso o bochornoso. Ejemplos comunes serían "¡Qué mala es la calor de este verano!" o "Con esta calor no se puede ni dormir".
Consultas de la semana | ¿Es «el calor» o «la calor»?
En general, «calor» se usa como masculino («el calor»), pero hay zonas donde está extendido su uso en femenino («la calor»). De hecho, hay hablantes para los que el femenino posee un significado propio de ‘calor extremo’. pic.twitter.com/HZbbsFZPV8
— RAE (@RAEinforma) July 17, 2025
El uso femenino tiene raíces históricas: en el español medieval y clásico, "calor" podía ser tanto masculino como femenino. Con el paso de los siglos, el masculino se consolidó como la forma culta, mientras que el femenino quedó relegado al habla popular o regional.
En resumen, "el calor" es la forma estándar que conviene emplear en contextos formales, pero "la calor" sigue viva en el lenguaje cotidiano de muchas zonas hispanas. Ambas son válidas, aunque no siempre intercambiables: en una carta oficial, se recomienda "el calor"; en una conversación veraniega andaluza, "la calor" sigue siendo la reina del verano.

