
Princesas, reinos de ensueño, madrastras malvadas, príncipes de cuento, un dragón y una maldición son los ingredientes de la última superproducción de Netflix dirigida por el director español Juan Carlos Fresnadillo. El director canario ha desarrollado prácticamente toda su carrera fuera de España. Así deslumbró en 2007 con 28 semanas después (secuela de 28 días después) y se reafirmó en 2011 con Intruders (Antena 3 Films y Apaches compartían producción con Universal).
En lo últimos años el canario Juan Carlos Fresnadillo ha estado más centrado en dirigir series norteamericanas, pero ahora regresa al cine, aunque no a las salas de cine, con Damsel en donde vuelve a mezclar géneros. Fantasía, suspense o cine de supervivencia se entremezclan en esta producción con la damisela Elodie (Millie Bobby Brown) que tiene en su mano salvar a su reino pobre del norte en el que sólo hay frío y nieve.
El padre de la protagonista recibe una proposición de matrimonio del príncipe de un reino próspero y deslumbrante y cuyas contraprestaciones por el matrimonio podrían salvar a su reino. Nuestra damisela protagonista pronto descubrirá que el matrimonio es realmente una tapadera, la verdadera razón es que va a ser sacrificada a un dragón como cuota por una antigua maldición.

Tras una introducción típica de Juegos de Tronos la película Damsel se torna en un filme diferente, uno de supervivencia. No es casual que Netflix haya estrenado Damsel el 8 de marzo, día de la mujer, ya que pretende desmontar la figura de damisela en apuros, tampoco el título fue elegido al azar, salvada por un príncipe. A Elodie no la salva nadie, sino que ella sola se basta para luchar hasta con un dragón que habla.
Y aquí está una de las pegas de la película; el hecho de que el monstruo hable no se debe a otra cosa que a uno de los males de los que adolece el cine de hoy día, el excesivo subrayado y explicación de todo. Un mal que puede deberse a que muchos espectadores ven el cine con el móvil en la mano, si se te pasó la primera vez, tranquilo que ya te lo volvemos a recordar. Y si hemos sido demasiado sutiles, pues te lo explica el dragón.

Millie Bobby Brown, mundialmente conocida gracias a Stranger Things, quizás hubiera necesitado curtirse más en el cine en papeles secundarios antes de asumir un protagonista que necesita tanta fuerza interpretativa. Cuando comparte escena con la magnética Robin Wright, la mala del cuento, queda desdibujada en la pantalla. Pero Bobby Brown no sólo es la protagonista de Damsel sino que además trabaja como productora ejecutiva.
Aunque Damsel la están vendiendo como una cinta de fantasía para toda la familia, lo cierto es que tiene una recomendación de edad para mayores de 12 años, ya que en la segunda parte de la película se vuelve bastante oscura. Juan Carlos Fresnadillo ha vuelto a demostrar que es un gran director capaz de asumir grandes presupuestos.
A diferencia de Juan Antonio Bayona, que este domingo podría ganar su primer Oscar con La sociedad de la nieve, que combina grandes producciones norteamericanas como Jurassic World: el reino caído con producciones españolas, Fresnadillo ha preferido desarrollar su carrera íntegramente en Hollywood. Por ahora le va bastante bien, también a Bayona.
Dos directores españoles con una gran proyección internacional aunque con sentimientos diferentes. Ya lo decía Bayona en la pasada edición de los Premios Goya, "mi casa es el cine español". Fresnadillo por ahora tiene su casa en los estudios de Los Ángeles.
Damsel es una buena opción para ver en casa, con una estructura más o menos clásica del cine fantástico, pero con códigos actualizados. Nada más empezar la protagonista advierte al espectador: "Hay muchas historias de caballería, donde el heroico caballero salva a la damisela en apuros. Ésta no es una de ellas". Por lo menos no lo ocultan.

