
El actor Michael Madsen, poseedor de una enorme y variada filmografía pero conocido sobre todo por los papeles asociados a Quentin Tarantino como Reservoir Dogs o Kill Bill, ha muerto a los 67 años.
El actor falleció en su domicilio a causa de un paro cardíaco, según ha confirmado su mánager Ron Smith y publicado Variety. Tras una llamada de emergencia en plena madrugada del jueves, los agentes acudieron a la casa del actor, certificando más tarde su fallecimiento.
Por el momento no hay abierta investigación y se maneja la hipótesis de una muerte natural.
Excelso secundario proveniente del cine independiente, el éxito de Reservoir Dogs catapultó a Michael Madsen como uno de los grandes actores de carácter de la industria durante los 90 y los 2000. Su porte de tipo duro pero, en ocasiones, sensible, le permitió acceder a todo tipo de papeles de héroe o de villano, pero en la memoria de los espectadores prevalece su famoso y sádico baile en la película de debut de Tarantino a ritmo de "Stuck in the middle with you".
A partir de ahí todo fueron buenas noticias para Madsen, que previamente se había dejado ver en films como Thelma y Louise de Ridley Scott. El actor dejó su impronta en películas como el drama criminal Donnie Brasco, el éxito de ciencia ficción Species, o Sin City y Érase una vez en México, del compinche de Tarantino, Robert Rodríguez. El último film de Tarantino donde se dejó ver fue Los odiosos ocho, en 2015.
No obstante, Madsen se consiguió dar a conocer también como poeta, con varios volúmenes con su firma como los titulados Burning in Paradise, Expecting Rain y el todavía no publicado Tears for My Father: Outlaw Thoughts and Poems.