
El ex Monty Phyton y director de cine Terry Gilliam, autor de películas tan relevantes como Brazil o 12 Monos, y experto por tanto en imbuir en sentido del humor surrealista sus fábulas, asegura que Donald Trump ha "destruido la sátira"… haciendo realidad el absurdo.
El britanico está celebrando el 40 aniversario de Brazil, la historia de un burócrata que trata de encontrar desesperadamente a una mujer que se le aparece en sueños ambientada en un mundo distópico inspirado en la novela 1984 de George Orwell. Es decir, pura sátira del estado, el capitalismo vestida de Kafka.
Gilliam, que colecciona proyectos falidos, asegura que ha tenido que abandonar su última película por culpa de Trump, que "arruinó la última película en la que estaba trabajando", titulada El carnaval al final de los días. En el film, subtitulado Una gran alegria para todos aquellos a los que les gusta ofenderse, "Dios decide destruir a la Humanidad" y la única esperanza del hombre es Satanás.
"Trump ha destruido la sátira. Es decir, ¿Cómo se puede ser satírico sobre lo que está pasando en el mundo?", explica el responsable de Miedo y asco en Las Vegas. Gilliam está valorando reescribir un proyecto en el que Johnny Depp, Jeff Bridges, Jason Momoa y Adam Driver iban a dejarse caer. Depp, habitual del director, iba a interpretar al Diablo, y Bridges a Dios, convertido en el villano de la historia.
No obstante, en una entrevista en The Hollywood Reporter, Gilliam tambien asegura que el desafío al ideario "woke" de Trump ha "cambiado considerablemente las cosas". "Ha revolucionado el mundo. No sé si la gente se reira más, per probablemente les dé menos miedo reír".
Gilliam, crítico indisimulado del presidente estadounidense, aseguró no obstante que han existido "activistas progresistas con una perspectiva muy estrecha y santurrona". "Eso asustó a muchos, que se han mostrado tímidos a la hora de contar chistes y burlarse de las cosas". El británico asegura que contar un chiste no es "menospreciar" a nadie, sino "encontrar humor en la humanidad".
Y sentencia que, tras ambos golpes mortales, los woke y el propio Trump, "la ironía y la sátira practicamente han muerto". "Tienes seis sentidos, y el séptimo es el humor. Si no lo tienes, la vida es miserable", zanja.

