
Una vez más ha tenido que morir una figura del cine como Robert Redford para que todos se pongan de acuerdo a la hora de calificarle como el gran actor que fue. Eso no ha sido siempre así, durante muchos años la etiqueta de galán o guapo le persiguió prácticamente toda su carrera.
Recordemos que casi siempre se olvidaban sus grandes interpretaciones en el cine ignorándolo completamente en la entrega de premios. Sólo como director fue reconocido con un Oscar, por Gente corriente en 1981, y posteriormente el honorífico a toda una carrera. Redford por no tener no tenía ni estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood en donde figuras menos importantes sí tienen la suya.
Yo descubrí a Robert Redford cuando vi por primera vez Descalzos por el parque al lado de su amiga, la también actriz, Jane Fonda. Me di cuenta desde ese momento que nos encontrábamos ante un hombre no sólo apuesto sino que además tenía un talento innato a la hora de dar vida a un personaje que servía de bastón para la actriz, verdadera protagonista de aquella película.
No voy a enumerar sus numerosos títulos que ya quedan reflejados en estas mismas páginas en la labor que han hecho mis compañeros de Libertad Digital. Pero sí quiero destacar que la primera visión de sus distintas películas van vinculadas a momentos muy precisos de mi vida, puedo recordar hasta el cine en el que las vi, algo que no me suele suceder con casi nadie. Aún recuerdo las lágrimas finales que derramé ante la visión de Tal como éramos, verdadero ejercicio de interpretación que oscurecía en muchos momentos a la protagonista de la película, la popular Barbra Streisand.
Se nos va además un gran hombre, su vida no sólo fue el cine sino las distintas causas humanas a las que arrastró a muchos de sus compañeros. Mención especial merece la creación de uno de los encuentros más importantes que hay ahora en el cine a nivel mundial, como es el Festival de Sundance, de donde salieron, y siguen saliendo, grandes películas que luego son premiadas en los Oscars.
Se nos ha ido un trocito de cine, sin duda una de las estrellas más importantes que ha dado Hollywood. Esperemos que vuelva a tener un encuentro con su colega Paul Newman al que tanto admiraba y que tantos recuerdos nos traen. Me niego a despedirme de alguien que me seguirá acompañando a través de sus imágenes, ya no le podré ver en el cine en pantalla grande pero siempre tendré una pantalla en donde poder rendirle tributo viendo cualquiera de mis películas favoritas del actor. Hasta siempre Robert Redford.


