Menú

Federico Jiménez Losantos: "En España ya se ha hecho el cambio de régimen"

En su conferencia, El terror rojo en España, Losantos ha señalado los avances que el comunismo ha consumado en España desde que gobierna el país.

En su conferencia, El terror rojo en España, Losantos ha señalado los avances que el comunismo ha consumado en España desde que gobierna el país.
Federico clausura el Congreso de Víctimas del Comunismo

"El terror rojo no ha terminado. Continúa hoy". La frase es de Federico Jiménez Losantos y resuena en el Salón de Grados de la Universidad CEU San Pablo de Madrid. Esta semana ha sido el escenario del Congreso Internacional sobre Víctimas del Comunismo, bautizado con el nombre Voces por la libertad; y ayer, a última hora, acogió la conferencia de clausura, protagonizada por Losantos y centrada, precisamente, en El terror rojo en España.

Tiene sentido resaltar esa frase porque, de todo lo que explicó ayer, quizá lo que mejor resuma su mensaje es que el terror rojo en España no fue un fenómeno exclusivo de nuestra Guerra Civil. "El comunismo es terror y mentira", dijo también. "Es terror porque es una ideología que niega la propiedad privada, algo que sólo se puede llevar a cabo asesinando; y es mentira porque, como matar no está bien, hay que ocultarlo". Para él, "ahora estamos en la parte de la mentira, que acompaña al terror", pero eso no quiere decir que en cualquier momento el terror tome otra forma.

federico-comunismo-ceu20042023-03.jpg

El terror rojo no fue exclusivo de nuestra Guerra Civil, dice Losantos, porque empezó bastante antes. "Concretamente en 1870. Desde el primer congreso de la Primera Internacional aquí". Sus impulsores, imbuidos de las ideas de Bakunin, llegado poco antes al país, "renunciaron a hacer política en ese mismo momento", por considerarla una herramienta burguesa que apuntalaba un sistema opresivo al que sólo podrían derribar mediante el uso de la fuerza. Desde sus inicios, el comunismo ha ido ligado a la revolución violenta. Y por lo tanto, al terrorismo.

Losantos enumera algunas hazañas de anarquistas patrios durante las décadas posteriores a esa Primera Internacional: "Atentaron contra Alfonso XII y Alfonso XIII; mataron a Cánovas del Castillo, a Canalejas, a Eduardo Dato; apuñalaron a Antonio Maura; pusieron bombas en el Liceo; asaltaron fincas; asesinaron guardias. Y todo mientras decían que en España no existía el Estado de derecho". "El terror rojo de la Guerra Civil sólo cambió de magnitud, pero venía siendo el mismo desde 1870".

Él localiza el germen del problema en la influencia de Bakunin y Kropotkin, que inocularon en las gentes el desprecio a la política. "Pero la cosa es que la política es necesaria", dice después. "Es la herramienta que tenemos para evitar que nos pasen por encima. Lo que no se puede hacer es renunciar a ejercerla, como tantos jóvenes hoy día, que se desinteresan del voto y de lo que ocurre por hartazgo y dejadez".

federico-comunismo-ceu20042023-05.jpg

Otro problema, incide también, es el desprecio a nuestra historia. Esa ignorancia que nos ha llevado a aceptar como canónico el relato que han hecho de nosotros extranjeros como el francés Furet. Él explicó la implantación de las ideas comunistas en España debido al atraso de nuestra actividad política, el catolicismo anquilosado y la pobreza generalizada. "Hablaba del problema español como si fuese un problema de siglos, cuando España, en el siglo XVIII, era la tercera potencia del mundo; cuando en el XIX se redactó aquí la cuarta Constitución de la historia; y cuando pasó un siglo entero en el que las personas daban su vida en esta tierra por el verdadero ideal de libertad".

Sin embargo, son precisamente "este tipo de racismos suaves; estos buenismos extranjeros al estilo de Hugh Thomas, los que maquillan el terror rojo y lo presentan como si nunca hubiera llegado a existir".

La dignidad de la memoria

"El comunismo es la mayor máquina de matar de la historia, con diferencia". Y sin embargo, tanto en España como en muchos otros países no levanta rechazos mayoritarios, no genera cordones sanitarios, ni castiga la imagen de los políticos que se acogen a esa ideología sin necesidad de disfrazarse.

"Aquí, el terror rojo que asesinó sin trabas durante toda la Guerra Civil ha sido olvidado debido, en gran medida, a la derecha", dice Losantos. "El desconocimiento que hay es increíble. Pero es entendible. Después de la guerra lo que había era gente decente que no quería remover tumbas. Es natural. Eso sí, políticamente, cuatro generaciones después es letal".

Así que el terror rojo regresó, relata él. "Con Zapatero volvió y desde entonces lo que ha vuelto también es la Guerra Civil. Su ley de Memoria Histórica es una atrocidad siniestra. Quieren terminar con nuestra historia sin darse cuenta de que la historia sólo puede terminar para los que tienen una mentalidad totalitaria. La historia continúa siempre. De hecho, lo único a lo que una persona no puede renunciar nunca es a la dignidad de su memoria".

federico-comunismo-ceu20042023-01.jpg

Losantos dice todo esto porque comprueba todos los días los intentos por manipular el pasado debido a intereses políticos e ideológicos. Y porque sabe que "es inevitable que la gente tienda a olvidar". "La cultura, sin embargo, es el empeño contra el olvido. Es no olvidar lo inolvidable".

La consumación del cambio de régimen

El presente no es halagüeño, para él. "En España ya se ha hecho el cambio de régimen", dice. "Otra cosa es que todavía no se haya anunciado". "España es el único país de Occidente que tiene a comunistas en el Gobierno. Es el único país que lleva haciendo leyes completamente comunistas durante una legislatura entera. Habrá que derogar todo ese aparato legislativo cuando toque, pero ni siquiera así habrá caído el régimen, porque ahí tenemos a Conde-Pumpido haciendo de fiscal Vyshinski, asegurándose desde el Prostitucional de que los cambios ya realizados no terminen de desaparecer".

federico-comunismo-ceu20042023-09.jpg

Consciente de que sus advertencias pueden ser tomadas como exageraciones, continúa. "El comunismo es lo mismo siempre, lo ejerza quien lo ejerza. La ideología es monolítica. Por más que se hayan intentado salvar algunas de sus ramificaciones, basta estudiarlo para darse cuenta. ¿Había alguna diferencia entre Bakunin y Marx? Al contrario de lo que se dice, no había ninguna. ¿Entre Stalin y Trotsky? Sólo quién le consiguió clavar el piolet primero al otro. ¿Entre Montero y la Fashionaria? Cuál de las dos conoció antes a Pablo. Nada más. ¿Qué debate medio serio pueden tener después, si son lo mismo?".

Pocas cosas hay distintas, entonces, entre esta España y la de hace poco menos de un siglo. "¿Cuál es la diferencia entre Largo Caballero haciendo política comunista y Pedro Sánchez, hoy, haciendo lo mismo? Sorprendentemente, que el nivel intelectual ha caído. Y fíjate que era difícil que eso pasase". Por eso, a quienes ve templados, les advierte. "El comunismo es terror y mentira, siempre". No importa que no se materialice de forma tan evidente ahora, pues está llamado a ser, por su propia ideología. "Los de ahora no dudarían en hacer lo mismo que en el 36", añade. "La razón es que se han creído su película y se han adjudicado ya el papel de verdugos. A nosotros nos han colocado el papel de víctimas. Así que poco se puede hacer". Lo que recomienda, como siempre, "es pelear cada maldito día. Ahora debe empezar la lucha contra el terror rojo. Y esa lucha pasa por tratar de impedir que dominen, como pretenden, nuestra memoria de los hechos".

Temas

En Cultura

    Servicios

    • Radarbot
    • Curso
    • Inversión
    • Securitas
    • Buena Vida
    • Reloj Durcal