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Testimonio del infierno

Sin flores ni coronas, de Odette Elina, es el testimonio de una mujer que estuvo prisionera en los campos de concentración de Auschwitz y Birkenau.

Los Libros: 'Sin flores ni coronas'

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Sin flores ni coronas, de Odette Elina, es el testimonio de una mujer que estuvo prisionera en los campos de concentración de Auschwitz y Birkenau.
Campo de concentración de Auschwitz | Cordon Press

La literatura nos ayuda a evadirnos de lo cercano, a soñar con otros mundos; también, a abrir nuestros ojos para descubrir la realidad... Las dos cosas están bien. En verano, solemos elegir obras de pura distracción pero es bueno, además, leer otras, que nos hagan reflexionar. Ése es el caso del libro de Odette Elina, Sin flores ni coronas: el testimonio, verdaderamente terrible, de una mujer que estuvo prisionera en los campos de concentración nazis de Auschwitz y Birkenau.

Odette Elina (1910 – 1991), francesa, de familia judía, pintora, entró en el Partido Comunista y participó activamente en la Resistencia contra los alemanes. Fue delatada y detenida el 22 de abril de 1944; estuvo presa en un campo hasta que la liberaron los rusos, en 1945. De los 1004 judíos que llegaron allí, sobrevivieron 37. (También sus padres y su hermano murieron en campos de concentración). Tres años después, ella publicó este libro, con notas y dibujos de su cautiverio y una finalidad muy clara: dar testimonio veraz, para que no se olvide ni falsee el recuerdo.

El libro está escrito en primera persona y se compone de breves fragmentos, agrupados, sin orden cronológico, por momentos, lugares, objetos y personas. No habla para nada de su vida anterior, de las causas de su detención. El estilo posee una terrible sencillez, con sentido del humor (¡en esas circunstancias!) y un lirismo no cursi.

Además del sufrimiento físico, a las presas les roban su dignidad. Se refugian en los recuerdos de su vida familiar, de los momentos hermosos: la paz de la naturaleza, el cielo estrellado, una canción; también, las obras de Shakespeare, de El Greco... El título alude a una presencia permanente: la muerte.

Una de las notas más llamativas de este libro es que menciona también la crueldad de algunos de los presos (algo que no aparece, por ejemplo, en películas como La vida es bella o La lista de Schlinder): un anciano, por ejemplo, le rompe una mano, de un bastonazo, para robarle un cántaro de agua... En esas circunstancias, una "furiosa necesidad de sobrevivir" les arrastra.

Narra momentos especialmente patéticos: cuando las llaman, no saben si será para un recuento, para el control de piojos o para quemarlas; cien presas deben conducir otros tantos carritos de bebés, vacíos... La difícil esperanza encuentra motivos en un pañuelo, en una amiga, en el beso de un niño...

Como lema de su libro, eligió Odette Elina dos versos de Louis Aragon: "En los confines de Polonia hay un infierno / cuyo nombre silba una horrible canción". Ella logró sobrevivir y contarlo, para que no lo olvidemos.

Desde el tren que la trasladaba al campo de concentración, Odette logró lanzar un mensaje, que recogió un ferroviario: "Salgo para un viaje muy largo; con la firme resolución de aguantar. Di a los amigos que, como ellos mismos, aguardo mañanas que canten. Espérame. Hasta pronto". Este libro mantiene viva su canción.

Odette Elina. Sin flores ni coronas, Cáceres, ed. Periférica, 2015, 128 págs, 15’50 euros. ISBN: 978-84-16291-02-1.

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