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"No podemos alargar nuestra vida pero sí ensancharla mucho con los recuerdos"

El río que nos trajo hila vivencias, emociones y reflexiones muy personales que nos guían por la historia de España.

El río que nos trajo hila vivencias, emociones y reflexiones muy personales que nos guían por la historia de España.
Sergio Gómez Alba, escritor. | Sekotia

El río que nos trajo, (Sekotia) escrito por Sergio Gómez Alba, es un buen argumento para felicitar a nuestros seres queridos en esta campaña de Navidad porque hay libros que son mucho más que historias en papel. Hay lecturas que te llevan de la mano a un pasado no tan reciente y que con magistral sencillez narran muchos aspectos que, como ciertos olores, te llevan al pasado, a la niñez, al amor de una madre perdida o a las raíces más profundas de la intimidad.

Sergio Gómez Alba escribió este libro cuando vio que "algunos pretendían contar a sus hijos la historia de España de forma mentirosa y falaz a través de leyes como la Memoria Histórica". Sergio fue diputado del Partido Popular por Barcelona durante dos legislaturas. Ahora, dice no reconocer al partido que defendió. Totalmente retirado de la política activa, por eso quizá busca en su interior ciertos ecos de su vida pasada y los saca a colación.

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Gómez Alba nos acerca a la biografía de sus ancestros desde al menos los últimos quinientos años, aunque el grueso de la narración se centra en los últimos cien. La novela –por llamarla de agua forma, porque es difícil clasificarla–, cuenta a grandes rasgos la historia de España con la excusa de sus antecesores. Quizá no es la historia académica que alguno quisiera encontrar. El autor, en ningún caso pretende hacer un estudio preciso de cada momento histórico, sino que lo cuenta desde el punto de vista de cómo y de qué manera lo vivió él. "Escribiendo el libro, he tenido momentos divertidísimos para mí, como por ejemplo recordar mi inapetencia infantil; pero conforme avanzaba el relato y me adentraba en los sucesos del siglo XX se me encogía el corazón y al recordar las vivencias de mi madre durante la guerra, en ocasiones, las lágrimas me obligaban a dejar de escribir", dijo en una reciente entrevista.

Pero, sin duda, lo que más engancha de la obra de Gómez Alba son los diálogos, que aparecen casualmente a lo largo de la narración. Diálogos locuaces, divertidos, genuinos y llenos de nostalgia, de unos tiempos relativamente lejanos que nos llevan hasta ellos. Realmente, se trata de una obra con la que el lector podrá divertirse y disfrutar de lo que posiblemente haya vivido en primera persona o le contaron sus abuelos.

Para más señas, Elia Rodríguez, en su programa Es la mañana de fin de semana, tuvo la oportunidad de charlar un buen rato con este autor –una entrevista muy recomendable porque no tiene desperdicio (comienza en el minuto 10)–. Hace que descubramos los pequeños detalles de la creación de una buena obra que solo salen a la luz si el autor no desea contarlos, y Sergio Gómez Alba abre el corazón y cuenta casi lo mismo que en el libro, sus recuerdos y lo que le preocupa por los tiempos que vivimos y los que han de venir, pero de una forma muy cercana.

Sin duda, El río que nos trajo es, para los que vivieron el siglo XX, una vuelta nostálgica de su vida; y para los que ya nacieron en la democracia, un descubrimiento. Como a él le gusta reseñar: "Si a los jóvenes se les enseñara de verdad la historia de España no se silbaría el himno nacional y la autoestima de los españoles seria equiparable al patriotismo británico".

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