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Juana Cortés: "Es importante crear productos culturales que den a conocer qué supuso ETA"

La escritora firma Los ausentes (Espasa) un thriller sobre cómo la violencia termina por arrastrar a todos.

Los ausentes (Espasa) es un thiller que desdibuja las líneas morales de las personas comunes. Sitúa la acción en el País Vasco, en 2007. Dos pistoleros encapuchados secuestran a Bixen Alzola, profesor de universidad, y dan instrucciones a Leire, su mujer, para que denuncie los hechos al día siguiente. Bixen morirá en una semana si el gobierno no accede a las pretensiones imposibles de ETA. Sin embargo, Leire no reacciona como esperaban. A sabiendas de que las posibilidades de que su marido salga indemne son mínimas, les echa un pulso inesperado en sus mismos términos. No sabe el alto precio a pagar por esa decisión.

Bajo la etiqueta de thriller, Juana Cortés (Hondarribia, 1966) invita al lector a reflexionar sobre la posibilidad de que una persona corriente pueda hacer el mal y sobre las cicatrices que la violencia perpetúa aun habiendo cesado, en un escenario donde el terrorismo, los secuestros, las amenazas y la coacción eran la tónica.

Narrada en tercera persona, cada capítulo salta de personaje en personaje, en un marco temporal de apenas tres días. El lector sabe más que los protagonistas. Cortés da voz a personas corrientes, víctimas, ertzainas vecinos... pero también a terroristas, que tienen familia y vida privada. "Sin pretender moralizar ni justificar", dice Cortés, los presenta desde una mirada externa para que sea el lector quien saque sus propias conclusiones.

PREGUNTA: Con una trama que gira en torno al terrorismo, ¿qué función cumple la literatura?

RESPUESTA: Está claro que una de ellas es entretener, pero también es una forma de mostrar el mundo. A mí no me gusta la literatura moralizante. El arte de la literatura es crear otros mundos que te lleven a la reflexión. La literatura te puede hacer pensar sin ser moralizante.

P. Hay una nueva ola de novelas que trata el terrorismo de ETA. ¿Cuánto tiempo debía pasar para que esta parte de la historia de España sirviese de telón de fondo en la ficción?

R. No sé medir el tiempo, pero sí que hace falta una separación. Ya ha llegado el momento de mirar hacia atrás, contar la presión de lo que significaba tener a ETA como una amenaza en todos los ámbitos. Tenemos la capacidad de revisitar esos temas desde la distancia.

Juana Cortés | Jose Antonio Cortés

P. ¿Sirve de antídoto a la desmemoria?

R. Nunca se puede dejar de ver lo que ha sucedido para que no vuelva a ocurrir. Las nuevas generaciones no saben qué supuso ETA. Creo que es muy importante crear nuevos productos culturales que den a conocer qué supuso ETA. Yo no hago un tratamiento directo del terrorismo, pero sí que aparece y ese trasfondo sirve para recordar qué sucedió. Es importante que nuestros jóvenes conozcan nuestra historia. Ahora se están haciendo documentales muy buenos y se han publicado libros como Patria.

P. Es una novela coral con personajes muy complejos. Desde Leire, la mujer del profesor secuestrado, a Kuti, un conocido portavoz abertzale integrado en el entorno de ETA con dos hijos. ¿Cómo son?

R. Leire es la protagonista, es la que empuja la historia. Es una mujer normal, un personaje sin grandes características que va a tener que tomar una serie de acciones que la llevan a un viaje muy complejo. Kuti tiene unas características más particulares. Apoya un pensamiento radical pero la situación le va a descolocar. Defiende la violencia hasta que le toca muy de cerca. Es una novela negra, no es una novela política, y yo quería que los personajes fueran reales.

P. Al darle voz a un terrorista, ¿se corre el riesgo de justificar sus acciones?

R. No justifico nada. Cada personaje arrastra una historia y se va contando. Como escritora, tenía que comprender cómo un terrorista podía pasar muchas horas sentado junto a un secuestrado como si nada. Ha sido un gran reto para mí. No comparto su forma de pensar, pero tienen que ser personajes coherentes consigo mismos.

P. ¿Hay posibilidad de confundir quienes son los buenos y quienes son los malos?

R. El conflicto de Leire es lo que me interesaba, no el tema de terrorismo en concreto. Pero al ir escribiendo, al crear un comando terrorista, se elevaba el interés de la novela. Creo que no hace falta diferenciar entre buenos y malos porque conocemos qué era ETA, el dolor que supuso a las víctimas y el shock que vivimos todo el país. Quizás me hubieran servido otro tipo de secuestradores para contar esta historia. Es Leire quien tiene un papel más original.

P. ¿Qué cree que pensarán las víctimas?

R. He escrito el libro con el máximo respeto. Sabemos de qué eran capaces y la reacción de Leire viene provocada, precisamente, porque sabía que podía pasar con su marido. Este thriller no es un reflejo social, aunque trato de integrar todos los perfiles de la sociedad. El lector tiene el derecho de interpretarlo como quiera, pero como escritora puedo decir que mi intención es respetar a las víctimas y creo que se pueden sentir identificadas.

P. Hace que Bixen discuta con uno de sus captores a propósito de los asesinatos a sangre fría y cada uno esgrime sus argumentos.

R. Yo quería hablar de violencia. Esos diálogos tienen una base fuerte al venir de la realidad, que conocemos perfectamente, que se ha quedado en nuestro inconsciente colectivo por todo lo que pasó, tienen mucha potencia y ayuda a crear la atmósfera de esta historia.

P. La atmósfera de terror, ¿deben contarla los que la han vivido?

R. Un escritor puede escribir sobre cualquier cosa, siempre que tenga la capacidad de meterse en la historia. Si tienen un vínculo, la emoción será más fuerte y la capacidad de escritura más potente. Yo he vivido en el País Vasco hasta el año 89 y luego he vivido en Madrid. Tengo recuerdos de la violencia vista también desde la capital porque los atentados sacudían a todo el país.

P. ¿Y por qué quería hablar de violencia?

R. Es un tema que aparece mucho en mis relatos. Es una característica muy humana, es la forma de conseguir algo por la fuerza sin importar el perjuicio que ocasionas. Se ejerce a un montón de niveles, desde en las relaciones personales a las guerras.

P. Esa violencia atrapa a muchos inocentes…

R. He tardado muchos años en escribir esta novela y, entre otras dificultades, me costó mucho llegar al final y cerrar la historia. Escribí muchísimos finales, pero ese era el final que pedía la historia.

P. ¿Ese final invita a la reflexión?

R. Muchos lectores me han dicho que, al acabar el libro, la historia seguía latente unos días. Leire seguía en sus cabezas y reflexionaban sobre cómo cada personaje termina donde está.

P. Es un cambio significativo respecto a tus novelas infantiles y juveniles.

R. Me definiría como cuentista, como escritora de relato corto. Es donde más cómoda estoy y esos relatos son bastante oscuros. En infantil trato mundos luminosos, justo lo contrario, pero todos me gustan.

Juana Cortes. Los ausentes. Espasa, 2021. ISBN: 978-84-670-6127-7 Páginas: 322. P.V.P.: 19,90 €

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