
No siempre los héroes se comportan de forma impoluta y en muchas ocasiones rozan los extremos más oscuros sepultados por el odio, la rabia y la impotencia por ataques hacia ellos mismos y sobre todo a miembros de su familia. Este es el caso de Spiderman, de vuelta al negro, un cómic que muestra el lado más desatado del Peter Parker que todos conocemos, aunque en esta ocasión veremos algo totalmente diferente.
Antes de lanzarnos al vacío con telerañas de por medio, arrancamos con los detalles técnicos de este cómic que la editorial Panini vuelve a lanzar este verano en el formato Marvel Deluxe: 128 páginas, contiene Amazing Spider-Man 539-543 USA, tapa dura, guion de Joe Michael Straczynski, dibujo de Ron Garney, entintado de Bill Reinhold y un precio de 20 euros.


Empezamos con la reseña
Peter Parker se viste de negro en busca de venganza
No estamos acostumbrados a ver la figura de Peter Parker como un superhéroe que no es capaz de contener su fuerza. Casi siempre y pese a todo el dolor que ha acumulado en su vida como la muerte de su tío Ben o de su novia Gwen Stacy, Spiderman siempre ha puesto por delante el control de sus poderes antes de perder la cabeza en venganzas y ajustes de cuentas. Sin embargo, los superhéroes no son perfectos, sienten dolor y están cerca de cruzar muchas líneas rojas y en este cómic veremos lo que ocurre cuando Peter Parker es llevado al extremo.

La premisa es tan sencilla como atractiva: alguien dispara a la Tía May después de que Spiderman desvelase su identidad en el cómic Civil War y Peter, cansado de no poder proteger a los suyos, saldrá en la búsqueda del autor o autores del intento de asesinato a su tía con una fiereza desmedida y dispuesto a todo por vengarse. Para ello, Spiderman volverá a vestir de negro, mandando así un mensaje a sus enemigos de que esta vez no tendrá piedad. Ojo, este traje no es el que forma el simbionte Venom junto a Parker sino uno que en su momento tuvo Spiderman y que escondió para no verse relacionado precisamente con Veneno. Peter lo rescata y a partir de ahí destrozará mandíbulas buscando una verdad que, como no, tendrá a Kingpin como uno de sus enemigos.
La idea de este cómic del siempre efectivo Joe Michael Straczynski es muy sencilla, pero a la vez muy atrayente. Nos encontramos ante una obra con una estructura muy básica de introducción, nudo y desenlace, aunque no por eso podemos hablar de un cómic simple. Tiene muchas capas y esa batalla moral que vivirá Peter Parker durante las 128 páginas que tiene esta narración, nos llevarán a momentos y escenas que convierten a esta historia en un clásico del hombre araña.


Acción tiene, por supuesto. Faltaría más. Si hablamos de un Spiderman desatado buscando venganza, como no, veremos peleas, sangre, fuerza, contundencia y un ambiente oscuro bien captado por el dibujo de Ron Garney y el entintado de Bill Reinhold (color Matt Milla). Os dejo un par de ejemplos sin desvelar nada de la trama.
Con esa oscuridad y la noche ambientando la historia, el lector irá viñeta a viñeta empapándose del dolor y la frustración de Spiderman. Sabes que está haciendo algo malo en su búsqueda de venganza, que no es el superhéroe que debería ser, pero empatizas con él porque, como he dicho anteriormente, nadie es perfecto, ni siquiera tu amigo y vecino Spiderman. Todo ello con un malo malísimo, siempre necesario, que justo en el tramo final del cómic tendrá un duelo memorable junto a la araña en un escenario que, a su manera, se convierte en una especie de coliseo romano que asistirá a un combate sin piedad. No se pierdan el final del cómic. Es canela en rama.

Spiderman, de vuelta al negro, recibió muy buenas críticas en su día precisamente por salir del tono amable y simpático de nuestro Peter Parker. Spiderman, aunque a veces se nos olvide, es un personaje maltratado por la vida y sería de ingenuos pensar que todo lo que le ha ido sucediendo en su vida personal ha pasado sin más sobre su corazón y su cabeza. Spiderman tiene muchos motivos para odiar y aquí, con un tono que se acerca al que vimos también en La Última Cacería de Kraven, Peter se permitirá echar a un lado su código ético para buscar venganza. Guion y dibujo, sin demasiados alardes, funcionan en este pequeño y efectista blockbuster y el lector que coja esta obra disfrutará de la vuelta al negro de Spiderman. ¿Caerá en la oscuridad finalmente o volveremos a ver al Peter de siempre? Ya saben dónde encontrar la respuesta.

