
Cuando Émile Maugin, un célebre actor veterano, descubre que un problema cardíaco amenaza seriamente su salud, decide reflexionar sobre su vida. Soberbio, brusco y cínico, aunque en el fondo generoso, reina como un tirano sobre el pequeño grupo de devotos súbditos que lo rodean, incluida Alice, su jovencísima segunda esposa. Andrés Amorós, colaborador de Es la mañana de Federico, de esRadio, recomienda la nueva edición de Los postigos verdes (Acantilado), de Georges Simenon.

Georges Simenon (Lieja, Bélgica, 1903 – Lausana, Suiza, 1989) es uno de los grandes. Escribió ciento noventa y una novelas con su nombre, y un número impreciso de novelas y relatos publicados con pseudónimo, además de libros de memorias y textos dictados. Fue un personaje bastante complicado, un trabajador incansable y muy rápido (escribía novelas en una semana).
Colette, director por entonces de una revista, le hizo reescribir tres veces su primer cuento antes de publicárselo, para quitar retórica. Su estilo es directo, eficaz. Une lo psicológico y los ambientes.
Los postigos verdes es su novela preferida, una de las "duras". Fue escrita en 1940, en Carmel (California), donde Clint Eastwood llegó a ser alcalde. Tiene una base autobiográfica: por un error médico le diagnosticaron ese año que iba a morir.
En la novela, el protagonista recuerda su vida y su dura infancia. Por ejemplo, hasta los 28 años no tuvo pijama ni zapatillas. Tiene obsesión por huir del hambre y un carácter inaguantable. Era un borracho. Gusta de un erotismo sórdido.
El título responde al sueño de una de sus parejas, que desea una casa con postigos verdes, símbolo de aceptar la pequeña felicidad que está al alcance de la mano (pág. 76)
El protagonista se siente un payaso trágico, como Rigoletto. Hace cosas por agradar a los demás y luego les guarda rencor (pág.100). Tiene un gran pesimismo sobre la pareja: "¿cuál de los dos ha hecho al otro más daño?"(pág.71). Su idea de las mujeres es que "todas tienen una cara inocente" (pág.95). El médico le aconseja "evitar el hastío" (pág.139).
Estos son algunos detalles de estilo: "fría como una virtud teologal" (pág.67); "Uno de esos domingos turbios que te dan la impresión de mirar a través de una bola de cristal" (pág.75). Las escenas cotidianas le recuerdan a Rembrandt (pág.85) y Velázquez (pág.91).
Siente obsesión creciente por la muerte y pánico a morir solo (pág.153). Se preocupa por qué pasará al día siguiente de su muerte (pág.93). En resumen, toda su vida ha sido huir (pág.195) y buscaba algo que no existe (pág.197).
En definitiva, es una novela psicológica que onda en el ser humano, magnífica pero muy triste. No apta para depresivos.
GEORGES SIMENON: LOS POSTIGOS VERDES, Barcelona, ed. Anagrama-Acantilado, mayo 2023, 208 págs., 14’90 euros. ISBN: 978-84-33921109.
