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The Jam y su 'Town Called Malice'

Un tema al que llegaron con un bagaje importante de canciones a la espalda y que funcionó como canto de cisne a su carrera como banda.

Un tema al que llegaron con un bagaje importante de canciones a la espalda y que funcionó como canto de cisne a su carrera como banda.

En contadas ocasiones, la fama y la leyenda de una banda están bien ganadas, sobre todo en aquellos casos en los que el mito se resiste a reaparecer en el mundo actual. Sucedió con los Beatles, sucedió con The Clash y también con The Jam: todos ellos son proyectos formados en Gran Bretaña y que se consumieron tras diez intensos años de camino artístico. De nuevo en los tres casos (aunque por diferentes motivos), ninguno de los proyectos ha llegado a reformarse con el mismo elenco que en sus días gloriosos. En el caso de The Jam, todavía podría darse esa posibilidad… de no ser porque el artífice de la magia del grupo, Paul Weller, ya ha dicho que ni en broma.

De cualquier modo, el nombre The Jam vuelve a estar de moda, aunque sólo sea por la fecha en el calendario, en la que se refleja el número 1 que lograron en su país con el tema "Town Called Malice", allá por 1982. Un tema al que llegaron con un bagaje importante de canciones a la espalda, y que funcionó como canto de cisne a su carrera como banda.

Su trayectoria comenzaba en 1972, y respondía a la fórmula de resucitar el espíritu mod, con dos pilares básicos como influencias: por un lado, tenemos la innegable marca del pop-rock británico de los grandes grupos de los años sesenta (The Beatles, The Who, The Small Faces o The Kinks serían buenos ejemplos), reinterpretados por la guitarra y voz de Weller. En otro sentido, la música soul permanece como un referente constante en la interpretación de una banda que, en sus orígenes, consistía en Paul Weller y diferentes colaboradores que se iban sucediendo. Al final, se dio con la tecla y quedó constituido el trío de Weller, Rick Buckler en la batería y Bruce Foxton al bajo.

Durante la primera mitad de los setenta, la banda se adentra en el mundo estético y musical del revival mod, con una fórmula que, teniendo en cuenta los años en los que nos movemos, va avisando de lo que se está cocinando en el panorama musical británico: guitarras y ritmo rápidos y sucios, y la explosión de ideología inconformista que darán origen al punk británico. Representados por el padre de Weller, los chicos comienzan a hacerse un nombre en la escena musical de su país. El éxito llama a sus puertas con su primer álbum, In The City. Disco que gozó de una gran aceptación, respaldado por canciones como "All Around The World".

Desde este primer momento de éxito, la música de la banda llevará una carga ideológica, aunque no en la línea de otros proyectos como Sex Pistols o The Clash: Weller expresa sus quejas más en la línea de un Ray Davies que aboga más por una idealización de su país que por la revolución que sugerían estos dos proyectos musicales. Aún así, el clima de agitación es palpable en los conciertos de todas estas formaciones, y no son pocas las peleas que se producen en sus espectáculos.

Mientras tanto, The Jam editan su segundo disco, This is The Modern World, con el que afianzan su posición de popularidad y también de valía musical: el álbum vuelve a agradar mucho, con temas como "London Girl", y allana el camino para el que sería su principal legado, y el mejor álbum de la banda: All Mod Cons. Un trabajo sin fisuras, en el que podemos encontrar cortes de enorme calidad, y una perfecta exposición del credo musical de Paul Weller. Los años se sucedían con discos igualmente exitosos en Gran Bretaña (en USA nunca triunfaron, normal si tenemos en cuenta la territorialidad de su propuesta musical), y así nos plantamos en 1982.

La formación saca The Gift, y dentro de este trabajo, el single que llegaría al número 1 de las listas de su país: "Town Called Malice". Sería la tercera vez que lograban esta posición en cuanto a sencillos, y no lograrían esquivar la polémica sobre cómo se logró: el sello editó el tema en dos formatos diferentes, y los fans más acérrimos de la banda corrieron a comprar ambos. Esto motivó su ascenso al número uno, y las quejas del entorno de The Stranglers, que se vieron privados de alcanzar esa posición con su espléndido "Golden Brown". Respecto al tema que nos ocupa, se trataba de un corte con un ritmo y línea de bajo muy característicos, que rápidamente engancharon al público y que décadas después rescataría de forma magistral el film Billy Elliot.

The Gift también llegó a la primera posición en elepés, marcando el punto más alto en la popularidad de la banda, lo cual no fue obstáculo para que Weller abandonara el proyecto, formando The Style Council, y dejando huérfano un conjunto que nunca volvería a reformarse como tal. Los que queremos recordarlo, tenemos que echar la vista atrás, a temas como este Town Called Malice.

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