Román Collado (Valencia, 1993) es un imán para los chicos y chicas de su edad. Ha congregado a una multitud de amigos en El Corner, del grupo Brindis, inaugurado recientemente enfrente del WiZink Center para presentar la corrida en solitario con la que celebrará en la Feria de Fallas de Valencia sus 10 años como matador de toros el próximo 10 de marzo. Román los recibe con su inmensa sonrisa y su desparpajo. No es el torero al uso que uno se imagina, con el jarapillo de la camisa por fuera de los vaqueros y el cabello despeinado y revuelto, pero es un torerazo que ha pagado con (mucha) sangre su afición y su compromiso con la Fiesta. Sobre todo en Madrid, donde los aficionados aún sienten escalofríos cuando recuerdan la corrida de Baltasar Ibán de 2019 o la de Victorino Martín de la pasada Feria de Otoño.
El torero valenciano se cita con Libertad Digital un rato antes del evento que se celebra en el lugar en el que estuvo entre 1873 y 1934 la plaza de toros de Madrid. En esta plaza que antecedió a Las Ventas torearon Lagartijo, Frascuelo, Guerrita, Vicente Pastor, El Gallo, Joselito, Belmonte o Chicuelo y donde dejó su vida en los pitones de Pocapena su paisano Manuel Granero en 1922. La tarde se ha torcido y una ventolera azota la plaza de Felipe II mientras empiezan a caer las primeras gotas de lluvia.
Libertad Digital: Hoy hace día para torear en Madrid con este viento…
Román Collado: Yo lo pienso mucho. No hace día para torear en Madrid, pero son días que te pueden pasar y días que me gusta entrenar al aire libre. Esta mañana hacía mucho viento. Yo entreno en la Venta del Batán. Estaba todo el mundo en la nave entrenando, pero a mí me gusta entrenar con viento, que al final no toreas a gusto, pero para torear con viento hay una técnica especial y hay que ser capaz de saber sobreponerse a las adversidades. Te puede pasar en Madrid o ahora en Valencia con los seis toros. Yo trato de entrenar y si hace viento, mal tiempo o las condiciones son peores, mejor. Para cuando lleguen buenas condiciones sea más fácil entre comillas, que nunca es fácil.
LD: Te encierras con seis toros de distintas ganaderías (Victorino Martín, Fuente Ymbro, Pedraza de Yeltes, El Parralejo, Hnos. García Jiménez y Domingo Hernández) el domingo 10 de marzo. ¿Es la primera vez que matas seis toros en solitario?
RC: Sí, va a ser la primera vez que voy a matar seis toros en la misma tarde. Es la primera vez que se va a hacer en Valencia en la Feria de Fallas. Nunca ningún torero ha matado seis toros en Fallas y, la verdad, es que es un reto muy ilusionante. Al final los toreros… (se queda pensativo). Creo que cuando te coge a principio de temporada, como es la Feria de Fallas, que es la primera gran feria del año, el cuerpo todavía no está engrasado. Creo que es un reto muy duro y muy bonito también porque soy valenciano.
LD: ¿Cómo te estás preparando? Has estado recientemente en casa de Victorino Martín, ¿viste el toro que tiene reservado?
RC: Sí, sí. Los tentaderos son una cosa secundaria. Creo que lo más importante es la parte psicológica, estar muy metido en la tarde, pero me estoy preparando de una forma muy intensa, de una forma muy distinta a todas mis tardes. Por mucho que la gente me diga que es una tarde más, que todos los toreros somos capaces de matar seis toros, yo lo estoy afrontando como la tarde más especial de mi carrera. Luego será lo que sea, no sé lo que será, pero para mí está siendo mucho más bonita que la tarde de mi alternativa, que puede ser la tarde más importante de mi carrera. Entonces lo estoy disfrutando como tal. Me estoy preparando para un acontecimiento único en mi carrera y de una forma distinta.
LD: Eres un torero que eres capaz de matar todo tipo de encastes y ganaderías y ya tienes cierto callo.
RC: Son seis ganaderías distintas y hay mucha variedad de encastes. En el momento que me ofrecen matar seis toros lo primero que viene a mi mente es que quería que fuese una tarde en la que se vea reflejada mi carrera, mis 10 años de alternativa. Creo que el factor principal es que he matado en mi corta carrera todo tipo de ganaderías y de encastes. Eso me ilusiona, entiendo que el hecho de llevar toros distintos, de distintos comportamientos, hace que eso sea un reto superior porque cada lidia va a ser distinta.
LD: ¿Echas de menos que en la temporada que cumples 10 años de alternativa no estés anunciado en Castellón o Sevilla? En San Isidro sólo estás en la de Fuente Ymbro, aunque también tienes la del Domingo de Resurrección de Pedraza de Yeltes.
RC: Te diré que no. De verdad que no. Lo he pasado mal en otros momentos al quedarme fuera de Sevilla. En Castellón me ha chocado menos porque por lo que sea no es una feria, fíjate que soy valenciano, sólo una vez contaron conmigo. Pero Sevilla sí que me duele. Me duele el hecho de no torear en Sevilla, me pegaron una cornada muy fuerte la primera y única vez que he toreado de matador de toros. Fue una de las más fuertes que he tenido de mi carrera. No me han vuelto a repetir. No pasada nada, llegará el momento y tocará disfrutar de la tarde al máximo. Eso en Sevilla me choca, que una empresa con tanta sensibilidad no haya sido capaz de repetirme, pero bueno, no pasa nada. Al final yo creo que no es porque no quieran sino que hay muchos factores que por lo que sea no ha cuadrado y ya cuadrará.
LD: Madrid cuenta contigo tras el cornalón de la pasada Feria de Otoño. ¿Cómo ha sido la recuperación?
RC: Madrid yo creo que es una plaza en la que soy uno de los toreros que probablemente más orejas lleva en la última década. La última vez fue una cornada en el mes de octubre y ya me he recuperado gracias a Dios. He tenido todo el invierno para recuperarme, estoy perfectamente recuperado y deseando volver a hacer el paseíllo en Las Ventas.
LD: En una entrevista reciente le escuché al ganadero Álvaro Núñez decir sobre la crianza del toro que "lo que más influye es que la bravura es recesiva, tú estás yendo en contra de la naturaleza. Las especies tienen un instinto de supervivencia, la supervivencia es mansedumbre, que es pensar. La evolución propia de la especie es la contraria a la que buscas. Buscas a un héroe loco, irracional". ¿Pasa algo parecido con los toreros? ¿De qué es esa pasta de la que se dice que están hechos los toreros?
RC: Nosotros no somos ningún extraterrestre ni somos de otra pasta ni mucho menos. Queremos tanto, amamos tanto, nuestra profesión, al toro. En definitiva, amamos tanto al toreo que estamos locos por volver a torear, por recuperarnos lo antes posible y creo que al final lo que domina al cuerpo es la mente. Cuando deseas tanto algo te recuperas de forma más rápida.
LD: Eres un matador de toros que ha sido castigado con bastante crudeza. Todos tenemos en la cabeza la del toro de Baltasar Ibán en 2019. ¿Cómo se repone un torero de una cornada así? ¿Te costó recuperar el sitio con la espada?
RC: Sí. Esa cornada fue muy fuerte. Ha sido de las cornadas que yo he temido…(se queda en silencio). En el momento que llego a la enfermería yo siento que me moría, que me iba. Había mucha sangre y yo quería como dormirme e irme. No me morí, lógicamente.
LD: Menos mal.
RC: Sí (risas). Es verdad que tras esa cornada me costó mucho entrar a matar. Mi corazón quería matarlos, pero mi cabeza no me dejaba. Me sacaba de la suerte.
LD: A eso me refería con lo del sentido de supervivencia, que el torero tiene esa capacidad de anularlo.
RC: Cuesta, pero al final se anula con trabajo y sacrificio porque es duro. Cuando tú ves que no eres capaz de matar los toros por la cornada que te ha pegado, pero eres capaz de superarlo igual que superas cualquier cosa de la vida. Todo al final se supera.
LD: En Madrid has vuelto a tener un sitio y te lo compensa siempre. Es una afición que sabe verte y sabe entender ese contexto.
RC: Madrid creo es una plaza muy peculiar porque tiene un público muy agradecido que en el momento que estás entregado te lo agradece mucho. Cuando hago el paseíllo en Madrid no me dejo nada dentro y gracias a Dios la gente lo sabe ver. Siempre digo que la mayor satisfacción que tiene un torero es cuando llega al hotel, se pega la ducha y sabe que ha dado el 100%. Cuando tú das todo lo que llevas dentro la gente eso lo ve.
LD: Hace unos días estuve con el fotógrafo santanderino Bernando Aja que ha inaugurado en Madrid una exposición llamada Los Mexicanos y que trata sobre la identidad propia de la tauromaquia en México. Me dijo que "en España no puedes prohibir los toros como no puedes prohibir la jota". ¿Ves de manera más optimista el futuro de la tauromaquia? ¿Hay un cambio de ciclo respecto a la época de la que veníamos con la presión animalista?
RC: Lo que siento es que cada vez hay más gente joven en los toros. Creo que hemos perdido una generación que tiene entre 35 y 45 años, más o menos, pero hay una que ahora mismo tiene entre 10 y 20 años que está yendo muchísimo a los toros. Yo siento que hay muchísima gente joven. Cuando me dicen que los toros son de gente mayor de verdad no lo comparto porque no es lo que veo. No sé muy bien porqué. Creo que porque están en cierto modo rebelados con la sociedad por lo que se nos quiere trasmitir.
LD: Como torero has sabido entender a ese nuevo aficionado ¿no?
RC: Yo hago muchas actividades y mucho esfuerzo por querer fomentar el toreo entre los jóvenes como puede ser el evento que estamos haciendo hoy. Desde que tomé la alternativa lo primero que hice fue adaptarme al momento que está atravesando la sociedad.
LD: En México hemos visto que se ha hecho bastante por recuperar su plaza, que la gente está con ganas de que no le quiten algo que es propio.
RC: México era una plaza en la que, por lo que sea, la gente estaba yendo menos a los toros y ahora que se lo han prohibido… es como lo del hijo pródigo, que al final siempre quiere volver. Cuando se lo han prohibido, se lo han quitado, dice: voy a volver otra vez a lo que de verdad me llena y me gusta que son los toros y voy a defenderlos. Ahora otra vez los toros están volviendo a México, está habiendo unos entradones, como hacía mucho tiempo que no había, y la gente está reaccionando.
LD: ¿Te esperas una buena entrada en Valencia el día 10 de marzo? Te hemos visto hasta despachando entradas en la taquilla de la plaza.
RC: No te voy a engañar, me gustaría ser más humilde y decir que no me espero una buena entrada (risas). Tengo internet, me meto prácticamente a diario en la página web de la plaza de toros porque es una cosa que me hace ilusión. Sentir que Valencia me apoya igual que me ha apoyado desde que empecé en la escuela taurina. Me siento un afortunado, gracias a Dios, y el día 10 se verá el cariño que me tiene Valencia. Creo que va a haber una buena entrada, a lo mejor luego no la hay, por lo menos ambiente está habiendo y eso es importante.
LD: También estará la televisión que al final es un producto muy interesante para todo aquel que no pueda ir a Valencia.
RC: Sí. Está OneToro que está haciendo un esfuerzo muy grande por mantener los toros en televisión, pero sí creo que el toreo hay que vivirlo en la plaza. Al final es sentimiento y a través de una pantalla no se siente igual. Aunque esté la televisión yo espero a la gente en la plaza (risas).
LD: Hablando de televisión. Hicisteis una campaña en redes para intentar que te lleven a La Resistencia con David Broncano. ¿Habéis recibido alguna respuesta?
RC: La verdad es que no, no sé muy bien porqué.
LD: ¿Crees que los grandes comunicadores, los grandes programas de televisión en abierto que al final es lo que la gente ve, han dado la espalda a personajes que antes eran fundamentales en la cultura popular como los toreros?
RC: Creo que al final el mundo del toro es un mundo muy polémico por el tema de la muerte. Estamos en una sociedad que quiere ignorar la muerte y me parece un error muy grande. Lo que seguro que hay en nuestra vida es que vamos a morir. Esa es la única realidad. Querer obviarla me parece algo muy triste, pero entiendo que hay gente que prefiere dejarla de lado.
LD: Hace unos años me llamó mucho la atención que a tu compañero José Garrido lo llevaron al programa Órbita Laika de Goyo Jiménez y el presentador salió diciendo que estaba en contra del maltrato animal y que el salario de este día lo iba a dedicar a una protectora de animales.
RC: Me parece muy bien que cada uno done el dinero donde le dé la gana. Me gustaría verlo. Sinceramente ahí lo que puedo decir es que el toreo es probablemente el espectáculo más solidario que hay. Siempre hemos estado ayudando a causas donde de verdad la sociedad lo ha necesitado. Al final eso es creer excusarse con algo por tener aquí a un torero.
LD: Ya para concluir. ¿Tienes ya vestido para la encerrona y sigues soñando que te queda pequeño?
RC: Sí, ya lo tengo. Comenté que soñé que el vestido me quedaba pequeño, pero no era ni siquiera un vestido de torear. He estado hoy, vengo de ahí, de Fermín, y el vestido es lo que quería. Literal. Le dejé fotos, estuvimos dándole vueltas y como los sastres son artistas se lo he dejado hacer a su forma. Lo que me ha hecho es una verdadera obra de arte. A mí me ha encantado. Para mí va a ser un vestido único, para una tarde muy especial. Es un vestido en homenaje a Manuel Granero, un homenaje a la tauromaquia valenciana y teníamos que empezar por el vestido de torear. Qué mejor que rendir un homenaje a la primera figura del toreo valenciana.
LD: Estamos a muy pocos metros de donde estaba la antigua plaza de toros de Madrid, donde hoy está el WiZink Center. Aquí Granero se hizo torero y tristemente le mató un toro.
RC: Sí, sí. Lo he pensado muchas veces. Me gusta mucho investigar y leer sobre toros y la tauromaquia antigua. Sobre el nacimiento del toreo. Antes hubo una plaza al lado de la Puerta de Alcalá y después estuvo esta. Aquí fue donde le mató un toro.