
Los países aliados de la OTAN han situado en las últimas horas la "profundización de la asociación estratégica entre Rusia y la República Popular China" para "socavar y remodelar el actual orden internacional" como la gran amenaza global a la que se enfrentan en estos momentos. Así lo han dejado claro en la Declaración Política hecha pública en las últimas horas en la cumbre que se está desarrollando en Washington.
El texto señala que la invasión rusa de Ucrania "ha destrozado la paz y la estabilidad de la zona euroatlántica" y "ha socavado gravemente la seguridad mundial". "La amenaza que Rusia representa para la OTAN, que abarca todos los ámbitos, persistirá a largo plazo. Rusia está reconstruyendo y ampliando sus capacidades militares y continúa con sus violaciones del espacio aéreo y sus actividades provocadoras", ha mantenido la organización.
También se indica que "ha intensificado sus acciones híbridas agresivas contra los aliados, incluso a través de intermediarios, en una campaña en toda la zona euroatlántica. Estas incluyen sabotaje, actos de violencia, provocaciones en las fronteras aliadas, instrumentalización de la migración irregular, actividades cibernéticas maliciosas, interferencia electrónica, campañas de desinformación e influencia política maligna, así como coerción económica".
China es el otro eje de las gran preocupación aliada. "Sigue planteando desafíos sistémicos a la seguridad euroatlántica. Hemos visto actividades cibernéticas e híbridas maliciosas sostenidas, incluida la desinformación", apuntan en la declaración conjunta, tras lo que alertan de que "sigue expandiendo y diversificando rápidamente su arsenal nuclear con más ojivas y un mayor número de sistemas de lanzamiento sofisticados".
En esta línea, han destacado que el Gobierno de Pekín "se ha convertido en un facilitador decisivo de la guerra de Rusia contra Ucrania mediante su denominada asociación sin límites y su apoyo a gran escala a la base industrial de defensa de Rusia". Un papel que también otorgan a Corea del Norte e Irán: "La República Popular Democrática de Corea e Irán están alimentando la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania al proporcionar apoyo militar directo a Rusia".
Precisamente, sobre la invasión rusa de Ucrania, la Alianza Atlántica muestra su apoyo al Gobierno de Kiev y ha conseguido sacar el reto de comprometer 40.000 millones de euros en asistencia y ayuda militar para que puedan seguir resistiendo la agresión rusa. La aportación de los socios se realizará en función del PIB de cada uno, aunque hay algunos como España que marcaron ya su aportación en los acuerdos bilaterales de seguridad firmados con Ucrania.
Este paquete de ayuda militar debe cubrir los siguientes gastos: compra de equipamiento militar; apoyo en especie; costos relacionados con el mantenimiento, logística y transporte de equipo militar para Ucrania; costos de entrenamiento militar para Ucrania; costos operacionales asociados con la prestación de apoyo militar a Ucrania; inversiones y apoyo a la infraestructura y la industria de defensa de Ucrania; y todas las contribuciones a los Fondos Fiduciarios de la OTAN para Ucrania.
Respecto a la capacidad de disuación, la Declaración Política de la OTAN ha destacado que la organización "sigue siendo la Alianza más fuerte de la historia" y que "la disuación nuclear es la pieda angular de la seguridad" de los aliados, aunque también se debe trabajar en "una combinación adecuada de capacidades de defensa nuclear, convencional y de misiles, complementada con capacidades espaciales y cibernéticas".
"Emplearemos herramientas militares y no militares de manera proporcionada, coherente e integrada para disuadir todas las amenazas a nuestra seguridad y responder de la manera, en el momento y en el ámbito que elijamos", continúa el texto de la OTAN.

