
El Ejército de China ha llevado a cabo este miércoles el lanzamiento de un misil balístico intercontinental hacia aguas del océano Pacífico, en un ensayo militar que ha despertado la preocupación de los países de la región. El Ministerio de Defensa chino informó que el misil, lanzado a las 8:44 hora local, transportaba una ojiva nuclear simulada y cayó en la zona marítima designada, cumpliendo con los objetivos previstos.
Este lanzamiento supone la primera vez en más de cuatro décadas que China efectúa una prueba pública de este tipo. La última vez ocurrió en 1980, cuando un misil balístico fue lanzado sobre el Pacífico Sur. En esta ocasión, sin embargo, las autoridades chinas han evitado proporcionar detalles sobre la ruta seguida por el proyectil o el lugar exacto en el que impactó contra el agua.
Especialistas militares consultados por el South China Morning Post, el diario de referencia en Hong Kong, consideran que el misil empleado podría ser un Dongfeng 41 ó DF-41, el más moderno del arsenal chino, que entró en servicio en 2017, y que tiene un alcance operativo de entre 12.000 y 15.000 kilómetros, es decir, que desde China podría alcanzar territorio soberano de Estados Unidos, por ejemplo.
Pese a que el Gobierno chino ha dicho que se trata de una maniobra "rutinaria", el lanzamiento ha generado inquietud entre sus vecinos, especialmente en Japón. El Ejecutivo japonés manifestó su preocupación por el aumento de la actividad militar china en la región, a pesar de que el misil no sobrevoló su territorio. El portavoz del Gobierno nipón, Yoshimasa Hayashi, criticó la falta de notificación previa por parte de Pekín.
La creciente fricción entre China y Taiwán, así como los recientes incidentes en el mar de China Meridional, han marcado un telón de fondo delicado para este tipo de acciones. El gobierno chino ha intensificado su retórica contra Taiwán, a la que considera una provincia rebelde, y el aumento de la presencia militar en la región ha generado alertas entre los países occidentales. Pekín asegura que sus maniobras solo buscan garantizar su capacidad de disuasión.
El programa nuclear de China es uno de los más opacos del mundo. Un informe del pasado mes de junio del Instituto de Internacional de Investigación sobre la Paz de Estocolmo (SIPRI) alertaba de que China estaba ampliando su arsenal nuclear "más deprisa" que las otras ocho potencias nucleares –Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, Francia, India, Pakistán, Corea del Norte e Israel–. Los cálculos del SIPRI situaban entre 400-500 ojivas su arsenal nuclear.
