Los cazas F18 del Ejército del Aire y el Espacio empiezan a atisbar el final de su vida operativo y, como es lógico, se ha comenzado a diseñar el plan de modernización del ala de combate. Un plan que, de momento, se ha distribuido en tres escalones diferenciados. Dos de ellos ya se encuentran en marcha, pero el tercero permanece todavía en el aire, pese a que hay un programa de estudio en marcha desde hace al menos dos años.
El primero de esos escalones era resolver la situación de los cazas F18 del Ala 46, de la base aérea de Gando (Gran Canaria), comprados de segunda mano a la Marina estadounidense hace varias décadas. Para ello se aprobó en junio de 2022 el denominado programa Halcón, que incluye la compra de 20 cazas Eurofighter Typhoon de la Tranche 4, la versión más moderna o evolucionada que en ese momento en el mercado.
El segundo escalón era sustituir a una parte de los cazas F18 que están operativos en la Península (tanto en el Ala 12 de Torrejón de Ardoz como en el Ala 15 de Zaragoza). En septiembre de 2023 se dio luz verde al programa Halcón II, para la compra de otras 25 unidades del caza Eurofighter Typhoon de Tranche o evolución más moderna disponible en el mercado.
Pero la compra de estas últimas 25 unidades no son suficientes para reponer los 60 cazas F18 que en estos momentos están prestando en servicio en la Península. Para el resto de esas unidades por sustituir, existe un programa denominado "Avión sustituto del AV-8B y C-15M", es decir, para sustituir a los cazas Harrier AV-8B de la Armada y al resto de cazas F18 del Ejército del Aire y el Espacio, con una bolsa económica asociada de 6.500 millones.
El único modelo en el mercado que cumple los requisitos es el F35, con sus variantes A (despegue y aterrizaje convencional) y B (despegue y aterrizaje convencional y vertical). No hay tiempo de desarrollar otro avión de esas características, por lo que se debe optar por comprar los F35 para ambos ejércitos, o comprar F35 sólo para la Armada y otra opción para el Aire, o que la Armada renuncie a su ala embarcada y comprar otra aeronave para el Aire.
Este martes, el Ejército del Aire se ha abierto a buscar una opción más allá del caza estadounidense. Así lo ha hecho el Jefe del Estado Mayor del Aire (JEMA), general del Aire Francisco Braco, durante un desayuno informativo con medios de comunicación, en el que ha recordado que con los programas lanzados en estos momentos la situación estaría controlada hasta casi el año 2035.
"Nosotros en el Ejército del Aire y el Espacio siempre hemos tenido dos flotas de aviones, ¿Por qué? Por si se encuentra un fallo estructural en una de las aeronaves y hay que dejarlas en tierra. ¿Es que Francia o Corea del Sur no están construyendo aviones?", se ha preguntado, dejando la puerta abierta a que en un futuro se pueda apostar por una evolución del momento del Dassault Rafale o por el caza de quinta generación KF-21 Boramae surcoreano.
El JEMA también ha hablado de otro de los programas pendientes, como el que busca sustituto a los actuales cazas F5 Northrop, que cada vez están más cerca de acabar su ciclo de vida operativo, y que se emplean como entrenadores avanzados en la base de Talavera la Real (Badajoz), sirviendo de paso fundamental de formación a los pilotos que posteriormente van a dar el salto a los cazas F18 o el Eurofighter Typhoon.
Según ha explicado, la intención del Gobierno es invertir en la industria nacional, pero España sola no puede fabricar un entrenador avanzado. "El tema depende del retorno. Compramos este entrenador pero ¿a cambio de qué? Estamos en esa fase de ¿y yo qué saco?", ha dicho el máximo responsable del Aire, que ha vuelto a situar la terna de finalistas en el Hurjet de Turquía, el M-346 italiano y el T-50 surcoreano.
El general Braco ha explicado también la cuestión de las unidades compradas del A400M –se adquirieron 27 unidades para que la planta ensambladora se ubicase en Sevilla pero no se necesitaban, según los cálculos iniciales, más de 14 unidades– "es un problema que está por encima de mí", aunque se abrió a la posibilidad de que llegue alguna unidad más. Si cae alguno más, pues bienvenido sea", ha dicho.
Accidente de caza en Teruel
El JEMA no ha entrado en detalle sobre la investigación que está llevando a cabo la CITAAM (Comisión para la Investigación Técnica de Accidentes de Aeronaves Militares) sobre el trágico accidente de un caza F18 a principios del pasado mes de octubre en Teruel, en el que perdió la vida el teniente coronel Pablo Estrada Martín, que estaba destinado en el Ala 12 de Torrejón de Ardoz, pero si ha hablado de los análisis preliminares.
Según ha explicado, la principal teoría en la que se está trabajando en estos momentos es que un ave de grandes dimensiones colisionara en vuelo con la aeronave, provocando el catastrófico accidente.