La Armada controla buques de guerra y submarinos rusos en el norte, sur y este de España

La actividad de la Marina de Rusia en aguas cercanas al territorio nacional español está siendo más que frenética en las últimas semanas. Son parte del tránsito habitual que realizan estas unidades militares entre las dos salidas al mar que tiene el gigante ruso en el continente europeo: el mar Báltico y el mar Negro. Y la Armada española se está multiplicando para tener a estas embarcaciones bajo control.

El primero de los objetivos a controlar ha sido el submarino Novorossiysk, un sumergible de la clase Kilo heredado de la vieja armada soviética, que entró en servicio en 1980. Fue detectado por los sistemas españoles en el área sur de las Islas Baleares. Fue controlado en todo momento por la Buque de Acción Marítima (BAM) Tornado, que lo acompañó por las costas este y sur de España hasta que llegó a área de responsabilidad portuguesa.

En su periplo entre el mar Mediterráneo Oriental y el norte de Europa, el submarino dejó las aguas próximas al territorio nacional portugués y empezó a ser controlado a una distancia prudente por la fragata F-103 Blas de Lezo, que siguió al aparato ruso por las costas gallegas y toda la cornisa del mar Cantábrico, hasta que el mismo entró en aguas próximas a Francia para continuar su camino.

La fragata F-82 Victoria también ha tenido que controlar buques rusos. En los últimos días ha vigilado y controlado a la fragata Golovko, que ha navegado por aguas próximas del sur de España en labores de escolta al mercante ruso Lady María, en dirección este-oeste. En ese periodo ha controlado también al Altay, en tránsito hacia el Mediterráneo Oriental, un petrolero ruso que aprovisiona a unidades militares rusas cerca de la bahía de Orán (Argelia).

Una vez finalizadas las operaciones de seguimiento y control de unidades navales militares rusas, la fragatas F-82 Victoria y F103 Blas de Lezo volvieron a sus respectivas bases –la primera en la base de Rota, en Cádiz, y la segunda en Ferrol, en La Coruña–, mientras que, por su parte, el BAM Tornado ha continuado navegando en el área del Mar de Alborán y el Estrecho de Gibraltar en misión de vigilancia marítima.

Durante estas misiones de presencia, vigilancia y disuasión (OPVD, por sus siglas en inglés), las tres embarcaciones españoles estaban integradas en el Mando Operativo Marítimo (MOM), bajo control del Mando de Operaciones (MOPS) del Estado Mayor de la Defensa (EMAD).