
La invasión rusa de Ucrania supuso un auténtico golpe de realidad para España y el resto de países europeos, que habían recortado a casi mínimos sus partidas presupuestarias destinadas a reforzar sus ejércitos. Estaban en la doctrina de que las guerras convencionales iban a ser una rara avis que prácticamente no iban a volver y que el futuro serían escenarios híbridos como los vividos en países como Afganistán.
Vista la luz, los países han comenzado un fuerte proceso de rearme, multiplicando los programas de modernización de sus capacidades y tratando de recuperar algunas de las que se perdieron por falta de inversión durante las últimas décadas. Un proceso que también está llevando cabo España, uno de los que menos ha invertido proporcionalmente a su PIB de Europa en los últimos años.
En la actualidad, el Ministerio de Defensa español tiene en marcha un total de 56 programas de modernización para las Fuerzas Armadas que en su conjunto suponen una inversión de 43.000 millones de euros. Así lo ha explicado este jueves la secretaria de Estado de Defensa, Amparo Valcarce, durante su comparecencia en la comisión de Defensa del Congreso de los Diputados.
Los programas más importantes se encuentran incluidos en los denominados Programas Especiales de Modernización (PEM), de los que existen 24, y que son la piedra angular sobre la que pivotarán las Fuerzas Armadas del futuro. Suponen prácticamente el 90 por ciento de esa inversión, exactamente, 38.134 millones de euros, y están encuadrado en un apartado especial de los presupuestos de Defensa llamado "programas 122.B".
Entre estos PEM se encuentran las fragatas F110, los carros de combate Leopardo, el avión A-400M, los cazas Eurofighter Typhoon, la fase II del blindado Pizarro, los submarinos S-80, los misiles contra carro Spike, los Buques de Acción Marítima (BAM), los helicópteros NH-90, los blindado 8x8 Dragón, la modernización de los helicópteros Chinook, los aviones MRTT de reabastecimiento en vuelo o el caza FCAS de sexta generación, entre otros.
Los otros 32 programas de modernización que no están incluido en los PEM son igualmente importantes, pero no son tan claves como los anteriores. A esos programas se van a destinar, según ha explicado la número dos del Ministerio de Defensa, un importe ligeramente inferior a los 5.000 millones de euros.

