
Una de las vertientes de la ayuda militar que la Unión Europa está brindando a Ucrania en su lucha por repeler la invasión rusa ha sido la formación y adiestramiento de militares. Se está realizando en campos de maniobras distribuidos por diferentes puntos de la geografía del viejo continente. Algunos de esos militares son profesionales y recibieron cursos de especialización. Otros son civiles llamados a filas que tienen su primer contacto con el mundo militar.
La gestión del programa se está realizando a través de EUMAM Ucrania, la misión puesta en marcha por la UE para coordinarse con los responsables militares del Gobierno de Kiev. En el caso español, todo está centralizado en Toledo Training Coordination Centre (TTCC), que tiene su sede en la Academia de Infantería del Ejército de Tierra en Toledo, aunque los módulos de formación se están realizando por todo el territorio español.
Muy lejos queda ya aquella llegada de los primeros veinte militares ucranianos en septiembre de 2022. Lo hicieron para formarse en la conducción de blindados TOA (Transporte Oruga Acorazado) y en el uso de baterías antiaéreas. Aquellas jornadas de adiestramiento en el Campo de Maniobras de San Gregorio, a la afueras de Zaragoza, constituyeron los dos primeros módulos de formación en nuestro país.
Desde entonces, se han impartido en nuestro país 152 módulos de más de 30 especialidades diferentes y, según los datos del Estado Mayor de la Defensa (EMAD), se ha formado a más de 7.000 militares ucranianos. Un esfuerzo en el que han participado instructores del Ejército de Tierra, la Armada, el Ejército del Aire y el Espacio, el propio EMAD, los Cuerpos Comunes de las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil.
Unos módulos de formación más numerosos ha sido el de Instrucción Básica, destinado a los ciudadanos ucranianos que han sido llamados a filas por las necesidades del transcurrir de la guerra o se han presentado voluntarios para ir a combatir y que no habían tenido ningún tipo de contacto con el mundo militar hasta ese momento. No habían prestado siquiera ni el servicio militar antes de la guerra.
Pero también se han realizado otros más específicos, es el caso de los de tripulante o mecánico de los carros de combate Leopardo 2A4, utilización de obuses 105/14, uso y mantenimiento de las baterías antiaéreas Hawk, Nasams, Aspide y Patriot, desactivación de artefactos explosivos improvisados (IED, por sus siglas en inglés), atención sanitaria a bajas en combate, y tripulante o mecánico del blindado TOA.
Entre estos cursos más específicos destacan también los de operaciones de asalto en bosque, zapador de combate, formación de suboficiales, planeamiento de operaciones, desminado terrestre y desminado subacuático, operaciones y combate en zona urbana, ciberdefensa, apoyo aéreo próximo (Close Air Support), derecho internacional o los de lucha contra el terrorismo que imparte el Instituto Armado.

