El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, aseguró este jueves que su país sigue comprometido con la OTAN y que no tiene ninguna intención de abandonarla, desmintiendo los rumores sobre una posible retirada. No obstante, insistió en que todos los países aliados deben elevar su inversión en defensa hasta al menos hasta el 5 por ciento de su PIB, una cifra con la que en estos momentos no cumple ninguno de los socios.
"Estados Unidos sigue tan activo en la OTAN como siempre", ha afirmado Rubio, rechazando las especulaciones sobre un posible distanciamiento de Washington. Según el dirigente, el presidente Donald Trump "apoya la OTAN", en ningún momento se habría mostrado como partidario de abandonarla, pero eso sí, exige que la organización refuerce sus capacidades militares.
Actualmente, Estados Unidos destina un 3,38 por ciento de su PIB a Defensa, mientras que la mayoría de los miembros europeos aún no alcanzan el 2 por ciento acordado en la Cumbre de Cardiff de 2014. Rubio ha instado a los socios a asumir un "compromiso pleno y real" ante las amenazas globales, señalando que muchos de ellos tienen la capacidad económica para hacerlo.
El responsable estadounidense ha reconocido que algunos países europeos priorizan el gasto social sobre el militar, pero ha advertido que la guerra en Ucrania ha demostrado la necesidad de contar con una defensa fuerte. "El poder duro o hard power sigue siendo necesario como elemento disuasorio", ha subrayado.
Rubio también ha destacado los riesgos en el Indo-Pacífico y ha anunciado la voluntad de Estados Unidos de estrechar la cooperación con Japón, Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda, países que han sido invitado al encuentro de ministros de Exteriores de la OTAN celebrado este jueves en Bruselas (Bélgica) y a los que también ha subido los aranceles en las últimas horas pese a esa cercanía estratégica.