L. D. / EFE.- Esta victoria gris del Madrid se debe, aunque ello no es óbice para propinar una severa goleada al débil conjunto suizo, a que la arrancada de los madrididistas no se ha producido en el escenario adecuado. Sólo los 5.000 espectadores que abarrotaron el Estadio de Vidy han podido presenciar "en vivo" los esbozos de la calidad que atesora la plantilla de Vicente del Bosque.
Sólo ha sido el primer compromiso de la temporada 2001-2002 para el campeón de la Liga española y el técnico salmantino, como era lógico, lo utilizó para hacer pruebas, sobre todo en la segunda mitad, si bien es cierto que no necesita muchas porque dispone prácticamente de la misma plantilla que la pasada campaña.
En la primera parte, Del Bosque alineó un equipo que puede ser considerado de gala, con el trío Figo-Zidane-Raúl del que tantos éxitos esperan los aficionados madridistas. Es evidente que el entrenador del equipo blanco quiere que sus tres grandes estrellas conecten cuanto antes. De su inspiración dependerá en gran parte el futuro deportivo del Real Madrid en la temporada que se avecina.
Y fue Raúl, el máximo artillero del equipo, quien puso la firma la primer gol del "nuevo" Real Madrid a los tres minutos de juego, tras un excelente pase al hueco de Míchel Salgado que le dejó solo delante del guardameta local. Raúl le dribló con maestría y marcó a placer. Zidane, el centro de todas las miradas esta tarde en Lausana, apenas mostró algunos destellos de la calidad que le ha servido para ser considerado el mejor jugador del mundo. Como el resto de jugadores madridistas, con sólo tres días de entrenamiento, todavía tiene mucho camino por delante para ser el futbolista que convirtió a Francia en campeona del mundo y Europa.
Situado entre líneas, con mucha proyección atacante, el francés acusó la falta de compenetración con sus nuevos compañeros y no intervino demasiado en el juego, pero exhibió algunos detalles técnicos de muchos quilates y demostró que es un futbolista generoso, que siempre pone el interés colectivo por encima del personal. El partido que significó el debut de Zidane como jugador del equipo blanco no fue para guardar en el recuerdo pese a que los primeros minutos hicieron presagiar un buen espectáculo.
El gol de Raúl fue, prácticamente, la única jugada de mérito de los hombres de Del Bosque durante los primeros 45 minutos, ante un rival que sólo opuso orgullo y ganas. Con sólo un punto en su haber después de la tres primeras jornadas de la Liga suiza, el Lausanne está a años luz de distancia del Real Madrid, aunque consiguió crearle algunos problemas, sobre todo por medio del delantero polaco Marcin Kuzba.
En la segunda mitad, Del Bosque dejó en el vestuario a la mayoría de los que hoy fueron titulares y la monotonía y el tedio continuaron marcando el guión del encuentro. Kuzba, en el minuto 63, equilibró la balanza con un excelente remate de cabeza, pero Guti el emuló en el 83 y estableció el 1-2 definitivo. El espectáculo ofrecido por el Lausanne Sports y el Real Madrid fue mediocre, el que se puede esperar cuando se enfrentan un equipo que no sabe, el suizo, y otro que todavía no puede.
Por otra parte, cabe destacar que al encuentro no ha podido acudir el ex presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), el español Juan Antonio Samaranch, debido a que acaba de abandonar el hospital de Vaud donde ha permanecido ingresado los diez últimos días, a causa de una "fatiga extrema", y pese a que el partido se había disputado en su honor.
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Sólo ha sido el primer compromiso de la temporada 2001-2002 para el campeón de la Liga española y el técnico salmantino, como era lógico, lo utilizó para hacer pruebas, sobre todo en la segunda mitad, si bien es cierto que no necesita muchas porque dispone prácticamente de la misma plantilla que la pasada campaña.
En la primera parte, Del Bosque alineó un equipo que puede ser considerado de gala, con el trío Figo-Zidane-Raúl del que tantos éxitos esperan los aficionados madridistas. Es evidente que el entrenador del equipo blanco quiere que sus tres grandes estrellas conecten cuanto antes. De su inspiración dependerá en gran parte el futuro deportivo del Real Madrid en la temporada que se avecina.
Y fue Raúl, el máximo artillero del equipo, quien puso la firma la primer gol del "nuevo" Real Madrid a los tres minutos de juego, tras un excelente pase al hueco de Míchel Salgado que le dejó solo delante del guardameta local. Raúl le dribló con maestría y marcó a placer. Zidane, el centro de todas las miradas esta tarde en Lausana, apenas mostró algunos destellos de la calidad que le ha servido para ser considerado el mejor jugador del mundo. Como el resto de jugadores madridistas, con sólo tres días de entrenamiento, todavía tiene mucho camino por delante para ser el futbolista que convirtió a Francia en campeona del mundo y Europa.
Situado entre líneas, con mucha proyección atacante, el francés acusó la falta de compenetración con sus nuevos compañeros y no intervino demasiado en el juego, pero exhibió algunos detalles técnicos de muchos quilates y demostró que es un futbolista generoso, que siempre pone el interés colectivo por encima del personal. El partido que significó el debut de Zidane como jugador del equipo blanco no fue para guardar en el recuerdo pese a que los primeros minutos hicieron presagiar un buen espectáculo.
El gol de Raúl fue, prácticamente, la única jugada de mérito de los hombres de Del Bosque durante los primeros 45 minutos, ante un rival que sólo opuso orgullo y ganas. Con sólo un punto en su haber después de la tres primeras jornadas de la Liga suiza, el Lausanne está a años luz de distancia del Real Madrid, aunque consiguió crearle algunos problemas, sobre todo por medio del delantero polaco Marcin Kuzba.
En la segunda mitad, Del Bosque dejó en el vestuario a la mayoría de los que hoy fueron titulares y la monotonía y el tedio continuaron marcando el guión del encuentro. Kuzba, en el minuto 63, equilibró la balanza con un excelente remate de cabeza, pero Guti el emuló en el 83 y estableció el 1-2 definitivo. El espectáculo ofrecido por el Lausanne Sports y el Real Madrid fue mediocre, el que se puede esperar cuando se enfrentan un equipo que no sabe, el suizo, y otro que todavía no puede.
Por otra parte, cabe destacar que al encuentro no ha podido acudir el ex presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), el español Juan Antonio Samaranch, debido a que acaba de abandonar el hospital de Vaud donde ha permanecido ingresado los diez últimos días, a causa de una "fatiga extrema", y pese a que el partido se había disputado en su honor.
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