Crónica del Flensburg 32 - BM Ciudad Real 27
Los espectadores recibieron de espaldas a la pista a los dos equipos en señal de protesta por los incidentes acaecidos en el partido de ida, cuando los jugadores de uno y otro equipo, además del técnico local, Veselin Vujovic, se enzarzaron en una multitudinaria pelea. La EHF sancionó a Berge, del Flensburg, al pivote Rolando Uríos y a Vujovic, quien tuvo que quedarse en el hotel. Sus órdenes se recibieron por teléfono móvil a través del delegado Julio Lózano y la ayuda de los jugadores más veteranos.
El partido empezó muy mal para los españoles. En cinco minutos habían encajado un parcial de 5-0 y los alemanes, ante el nerviosismo del Ciudad real, cobraron elevada moral con el apoyo de los aficionados. Después de un tiempo muerto, Dujshebaev comenzó a dirigir bien a su equipo y con el acierto anotador de Ortega el Ciudad Real comenzó a recortar distancias, que casi siempre se mantuvieron en este periodo en torneo a los cinco goles. El Ciudad Real cambió de defensa hasta tres veces: 5-1, 4-2 y 6-0. Esta última fue la que dio mayor solidez al conjunto español. En el Flensburg dos jugadores mantenían a su equipo con esperanzas: Wenta y Eppesen, autores de cuatro goles cada uno en el primer periodo.
El segundo tiempo se desarrolló según el guión de la primera parte. Sólo faltaba saber si los alemanes serían capaces de poner en peligro, sobre todo al comienzo, esa renta de 9 goles. Se repitió la historia de la primera mitad. Los germanos colocaron un parcial de 2-0 y obtuvieron diferencias de cuatro y cinco goles que estuvieron casi siempre en el marcador durante casi todo el período. Sólo a partir del minuto 20, los alemanes rompieron la barrera de los seis goles y se pusieron siete por delante (29-22 en el m.52). Wenta, Jespessen y ahora también Chrisatiansen tiraban de su equipo, pero en ese momento delicado apareció el brazo de Iker Romero. Autor de seis goles en la segunda mitad, su lanzamiento exterior fue enmudeciendo a los espectadores y hundiendo al Flensburg. Al final, con ataques largos, los jugadores del Ciudad Real, se fueron consumiendo los minutos ante la decepción local.
Crónica del FC Barcelona 28 - Kiel 24
El FC Barcelona estuvo muy cerca de la proeza, remontar siete tantos del encuentro de ida de la final de la copa EHF ante el Kiel pero, el 28-24 ha sido insuficiente para lograr un título que durante cuarenta de los sesenta minutos estuvo en manos del equipo español. Al final la experiencia de los germanos, el terrible desgaste de un primer tiempo extraordinario y algunas decisiones arbitrales acabaron con el sueño de la plantilla de Valero Rivera, que volvió a mostrar toda su talla de campeón a pesar de la derrota en el global de la eliminatoria. El Barcelona volvió a ser el de las grandes gestas y una salida fulgurante, con un Barrufet convertido en una muralla infranqueable para el ataque del Kiel y con Rafa Guijosa, Enric Masip y Laszlo Nagy demoledores ante el meta Mathias Anderson, el gran protagonista de la ida.
Un 10-2 al Kiel en la mitad del primer período de un encuentro es algo que jamás había sufrido el conjunto de Zvominir Serdarusic y lo más importante es que el Barcelona había remontado la humillación de la ida (36-29). Valero Rivera realizó dos cambios iniciales con respecto al encuentro de ida colocando a Guijosa y Ortega en los extremos, lo que dio una gran velocidad al equipo y esto, junto a un Barrufet extraordinario.
Durante muchos minutos los Barcelonistas estuvieron arriba en la eliminatoria (12-4,m.18, 13-5,m.22 y 14-6, m.24) pero Serdarusic, que relevó a un Anderson, muy nervioso, por Henning Fritz (12-5, m.20) logró recomponer su defensa. Además una serie de decisiones arbitrales conseguían frenar la avalancha local al descanso (14-8), tras mantener al Barcelona seis minutos en blanco, protegiendo absurdas exclusiones de Nagy y Masip.
Los barcelonistas volvieron a la carga tras el descanso, aprovechando la exclusión inicial de Wislander. Masip y Guijosa llevaban el marcador a la máxima ventaja local (17-8,m.33). Aún durante unos minutos más la eliminatoria estaría del lado catalán (19-12, m.37) pero el Kiel se resistía a ceder logrando recortar diferencias hasta el 19-15 del minuto 39. Ni la entrada de Svensson por Barrufet bajo los palos, tras un tiempo pedido por Valero Rivera ira a conseguir remontar de nuevo ya que el Kiel empezó a mostrar su dureza y experiencia habitual ante un ataque azulgrana que estaba ya notando el gran esfuerzo realizado en la primera mitad. Con 26-23 se llegó a los cinco minutos finales del partido y si bien el Barcelona, a pesar de que Fritz le parase un penalti a Guijosa (27-23, m.58), llegó de nuevo a rozar la proeza (28-23), sería Wislander el que sentenciaría la eliminatoria y la final.
Los espectadores recibieron de espaldas a la pista a los dos equipos en señal de protesta por los incidentes acaecidos en el partido de ida, cuando los jugadores de uno y otro equipo, además del técnico local, Veselin Vujovic, se enzarzaron en una multitudinaria pelea. La EHF sancionó a Berge, del Flensburg, al pivote Rolando Uríos y a Vujovic, quien tuvo que quedarse en el hotel. Sus órdenes se recibieron por teléfono móvil a través del delegado Julio Lózano y la ayuda de los jugadores más veteranos.
El partido empezó muy mal para los españoles. En cinco minutos habían encajado un parcial de 5-0 y los alemanes, ante el nerviosismo del Ciudad real, cobraron elevada moral con el apoyo de los aficionados. Después de un tiempo muerto, Dujshebaev comenzó a dirigir bien a su equipo y con el acierto anotador de Ortega el Ciudad Real comenzó a recortar distancias, que casi siempre se mantuvieron en este periodo en torneo a los cinco goles. El Ciudad Real cambió de defensa hasta tres veces: 5-1, 4-2 y 6-0. Esta última fue la que dio mayor solidez al conjunto español. En el Flensburg dos jugadores mantenían a su equipo con esperanzas: Wenta y Eppesen, autores de cuatro goles cada uno en el primer periodo.
El segundo tiempo se desarrolló según el guión de la primera parte. Sólo faltaba saber si los alemanes serían capaces de poner en peligro, sobre todo al comienzo, esa renta de 9 goles. Se repitió la historia de la primera mitad. Los germanos colocaron un parcial de 2-0 y obtuvieron diferencias de cuatro y cinco goles que estuvieron casi siempre en el marcador durante casi todo el período. Sólo a partir del minuto 20, los alemanes rompieron la barrera de los seis goles y se pusieron siete por delante (29-22 en el m.52). Wenta, Jespessen y ahora también Chrisatiansen tiraban de su equipo, pero en ese momento delicado apareció el brazo de Iker Romero. Autor de seis goles en la segunda mitad, su lanzamiento exterior fue enmudeciendo a los espectadores y hundiendo al Flensburg. Al final, con ataques largos, los jugadores del Ciudad Real, se fueron consumiendo los minutos ante la decepción local.
Crónica del FC Barcelona 28 - Kiel 24
El FC Barcelona estuvo muy cerca de la proeza, remontar siete tantos del encuentro de ida de la final de la copa EHF ante el Kiel pero, el 28-24 ha sido insuficiente para lograr un título que durante cuarenta de los sesenta minutos estuvo en manos del equipo español. Al final la experiencia de los germanos, el terrible desgaste de un primer tiempo extraordinario y algunas decisiones arbitrales acabaron con el sueño de la plantilla de Valero Rivera, que volvió a mostrar toda su talla de campeón a pesar de la derrota en el global de la eliminatoria. El Barcelona volvió a ser el de las grandes gestas y una salida fulgurante, con un Barrufet convertido en una muralla infranqueable para el ataque del Kiel y con Rafa Guijosa, Enric Masip y Laszlo Nagy demoledores ante el meta Mathias Anderson, el gran protagonista de la ida.
Un 10-2 al Kiel en la mitad del primer período de un encuentro es algo que jamás había sufrido el conjunto de Zvominir Serdarusic y lo más importante es que el Barcelona había remontado la humillación de la ida (36-29). Valero Rivera realizó dos cambios iniciales con respecto al encuentro de ida colocando a Guijosa y Ortega en los extremos, lo que dio una gran velocidad al equipo y esto, junto a un Barrufet extraordinario.
Durante muchos minutos los Barcelonistas estuvieron arriba en la eliminatoria (12-4,m.18, 13-5,m.22 y 14-6, m.24) pero Serdarusic, que relevó a un Anderson, muy nervioso, por Henning Fritz (12-5, m.20) logró recomponer su defensa. Además una serie de decisiones arbitrales conseguían frenar la avalancha local al descanso (14-8), tras mantener al Barcelona seis minutos en blanco, protegiendo absurdas exclusiones de Nagy y Masip.
Los barcelonistas volvieron a la carga tras el descanso, aprovechando la exclusión inicial de Wislander. Masip y Guijosa llevaban el marcador a la máxima ventaja local (17-8,m.33). Aún durante unos minutos más la eliminatoria estaría del lado catalán (19-12, m.37) pero el Kiel se resistía a ceder logrando recortar diferencias hasta el 19-15 del minuto 39. Ni la entrada de Svensson por Barrufet bajo los palos, tras un tiempo pedido por Valero Rivera ira a conseguir remontar de nuevo ya que el Kiel empezó a mostrar su dureza y experiencia habitual ante un ataque azulgrana que estaba ya notando el gran esfuerzo realizado en la primera mitad. Con 26-23 se llegó a los cinco minutos finales del partido y si bien el Barcelona, a pesar de que Fritz le parase un penalti a Guijosa (27-23, m.58), llegó de nuevo a rozar la proeza (28-23), sería Wislander el que sentenciaría la eliminatoria y la final.