L D (Agencias)
Edo llegó con un tiempo de 3 horas, 29 minutos y 36 segundos y con una media de velocidad de más de 42 kilómetros por hora. La quinta y última de las etapas, Bembibre-Benavente, de 148 kilómetros, fue un mero trámite en la XVII Vuelta Ciclista a Castilla y León, aunque desde el primer kilómetro de carrera comenzaron las tentativas de escapada, que fueron neutralizadas rápidamente por un pelotón compacto controlado por el equipo del líder en todo momento. La máxima distancia que cobraba alguno de los escapados en los primeros quince kilómetros de etapa, fue de trece segundos, a cargo del corredor del Jazztel, Rafael Casero, que tampoco fraguó, puesto que en la cabeza del grupo se imprimió un rápido ritmo y no se permitieron concesiones.
Al paso del Puerto del Manzanal, de tercera categoría, fue un grupo ligeramente destacado de cinco hombres el que consiguió una pequeña distancia respecto al grueso del grupo, encabezados por Charles Guilbert, del Bonjour, Benjamín Noval, del Relax, y Carlos Torrent, del Jazztel, que pasaron en las tres primeras posiciones, aunque poco después fueron también cazados. Los intentos de escapada continuaron sucediéndose de forma intermitente, uno de los cuales, protagonizado por nueve corredores, entre los que se encontraban Anthony Charteau, del Bonjour, Rafael Casero, nuevamente, o Paulo Barroso, del Milaneza, cobró una ventaja que llegó a alcanzar los 26 segundos, en los 15 kilómetros en que estuvieron fugados.
El paso por la primera de las metas volantes de esta quinta etapa, ubicada en Astorga, estuvo protagonizado por Renato Silva, del Milaneza, Pedro Andrade, de La Pecol y el ya mencionado Rafael Casero, del Jazztel, aunque la puntuación ya nada variaría respecto a la clasificación general. En el kilómetro 55 otros tres corredores intentaron marcharse del pelotón, Pascal Derame, del Bonjour, Paulo Barroso, que lo volvía a intentar, y Pedro Díaz, del Jazztel, que llegaron a obtener una diferencia respecto del pelotón de 27 segundos, hasta que fueron neutralizados en el 66 del recorrido. Y si hubo algo que caracterizó la última etapa de la prueba ciclista fueron los abandonos ya que, de los 97 corredores que la iniciaron, solamente quedaron 89 al final de la misma, lo que también contribuyó a aportar mayor tranquilidad, si cabía, al pelotón.
Pero un fuerte viento lateral provocó un corte en el pelotón, que quedó dividido en tres grupos, en el primero de los cuales iban el líder de la general, Juan Mercado, el segundo clasificado, Joan Horrach, y Leonardo Piepoli, mientras que el tercero en el podio, David Bernabeu, se situó en el segundo grupo, por lo que finalmente perdió la tercera posición en beneficio de Piepoli. La segunda y última de las metas volantes, ya situada en la localidad zamorana de Benavente, fue cruzada en primer lugar por Rui Sousa, del Milaneza, seguido de Óscar Sevilla, del Kelme, y de Carlos Torrent, del Jazztel. Ese primer grupo situado en cabeza de carrera fue aumentando de forma paulatina sus diferencias con respecto a los otros dos grupos, llegando a alcanzar una ventaja de 58 segundos, a falta de 2 kilómetros para alcanzar la línea de meta.
Gracias a esta considerable distancia y al trabajo del equipo Milaneza, que se situó al frente de los 25 corredores que conformaron la delantera, Ángel Edo logró su segunda victoria en esta edición de la Vuelta Ciclista a Castilla y León y, con ella, el liderazgo en la clasificación de la regularidad, que arrebató a su compañero de equipo, Pedro Cardoso. Juan Miguel Mercado, que entró en cuarta posición en esta última etapa, mantuvo el maillot burdeos de líder, que ya obtuviera notablemente en la jornada del domingo tras vencer en el Alto del Redondal, en la que fue la etapa reina de la prueba.
Al paso del Puerto del Manzanal, de tercera categoría, fue un grupo ligeramente destacado de cinco hombres el que consiguió una pequeña distancia respecto al grueso del grupo, encabezados por Charles Guilbert, del Bonjour, Benjamín Noval, del Relax, y Carlos Torrent, del Jazztel, que pasaron en las tres primeras posiciones, aunque poco después fueron también cazados. Los intentos de escapada continuaron sucediéndose de forma intermitente, uno de los cuales, protagonizado por nueve corredores, entre los que se encontraban Anthony Charteau, del Bonjour, Rafael Casero, nuevamente, o Paulo Barroso, del Milaneza, cobró una ventaja que llegó a alcanzar los 26 segundos, en los 15 kilómetros en que estuvieron fugados.
El paso por la primera de las metas volantes de esta quinta etapa, ubicada en Astorga, estuvo protagonizado por Renato Silva, del Milaneza, Pedro Andrade, de La Pecol y el ya mencionado Rafael Casero, del Jazztel, aunque la puntuación ya nada variaría respecto a la clasificación general. En el kilómetro 55 otros tres corredores intentaron marcharse del pelotón, Pascal Derame, del Bonjour, Paulo Barroso, que lo volvía a intentar, y Pedro Díaz, del Jazztel, que llegaron a obtener una diferencia respecto del pelotón de 27 segundos, hasta que fueron neutralizados en el 66 del recorrido. Y si hubo algo que caracterizó la última etapa de la prueba ciclista fueron los abandonos ya que, de los 97 corredores que la iniciaron, solamente quedaron 89 al final de la misma, lo que también contribuyó a aportar mayor tranquilidad, si cabía, al pelotón.
Pero un fuerte viento lateral provocó un corte en el pelotón, que quedó dividido en tres grupos, en el primero de los cuales iban el líder de la general, Juan Mercado, el segundo clasificado, Joan Horrach, y Leonardo Piepoli, mientras que el tercero en el podio, David Bernabeu, se situó en el segundo grupo, por lo que finalmente perdió la tercera posición en beneficio de Piepoli. La segunda y última de las metas volantes, ya situada en la localidad zamorana de Benavente, fue cruzada en primer lugar por Rui Sousa, del Milaneza, seguido de Óscar Sevilla, del Kelme, y de Carlos Torrent, del Jazztel. Ese primer grupo situado en cabeza de carrera fue aumentando de forma paulatina sus diferencias con respecto a los otros dos grupos, llegando a alcanzar una ventaja de 58 segundos, a falta de 2 kilómetros para alcanzar la línea de meta.
Gracias a esta considerable distancia y al trabajo del equipo Milaneza, que se situó al frente de los 25 corredores que conformaron la delantera, Ángel Edo logró su segunda victoria en esta edición de la Vuelta Ciclista a Castilla y León y, con ella, el liderazgo en la clasificación de la regularidad, que arrebató a su compañero de equipo, Pedro Cardoso. Juan Miguel Mercado, que entró en cuarta posición en esta última etapa, mantuvo el maillot burdeos de líder, que ya obtuviera notablemente en la jornada del domingo tras vencer en el Alto del Redondal, en la que fue la etapa reina de la prueba.