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BALONMANO

Dujshebaev revela que rechazó varias ofertas para hacerse rico en Qatar

Elegido mejor jugador del mundo en dos ocasiones, ha defendido la camiseta de la URSS, CEI y España en Juegos Olímpicos, habla cuatro idiomas -kirguiso, ruso, alemán y español- y es el líder en la cancha de la selección española de balonmano desde que se nacionalizó en 1995. El central Talant Dujshebaev, a los 32 años presenta una vida cargada de episodios.

L D (EFE) Talant rechazó en enero de 2001 la "oferta económica que jamás un balonmanista podría soñar, ni soñará en mucho tiempo". "Contactaron conmigo personas vinculadas al balonmano en Qatar. Entonces, aún tenía contrato con el Minden alemán, y el Ciudad Real también se había interesado por mis servicios, con una buena oferta sobre la mesa. Pero las cifras que me ofrecían en Qatar, para jugar allí durante dos años, dejaban en ridículo a las otras. Era una oferta para hacerme rico, parecida a las de un futbolista", explica el central de origen kirguiso en una entrevista a la Agencia EFE.

Talant se lo pensó unos días. Barajaba tres opciones: seguir en Alemania, tras 4 años en la Bundesliga; aceptar la oferta del Ciudad Real, con el mayor contrato de la Liga ASOBAL para un español (sobre los 40 millones de pesetas por temporada, después de impuestos), sólo superado por el francés del Portland Jackson Richardson; o engrosar su cuenta corriente alejándose con su mujer y sus hijos a un país como Qatar. El genial jugador español aclaró sus dudas tras una semana de vacilaciones. Rechazó la suculenta oferta asiática, anteponiendo su futuro profesional. "Por entonces no pensaba volver a España a jugar -antes había militado en el Teka de Santander-. Estaba con medio pie en Qatar. Pensaba que era un buen momento para retirarme, y con el dinero que me ofrecían en Qatar iba a tener más que suficiente", indica.

"Por un instante hice repaso a mi mida y llegué a la conclusión de que el dinero no lo es todo en la vida. También es importante estar a gusto en un país, con tu familia. Firmar el contrato en Qatar me iba a significar, además, el adiós definitivo. Allí no hay nivel competitivo y hubiera acabado como jugador", comenta. Dujsheabev rememoraba en ese instante una imagen para él imborrable. "Recordé cuando estaba en el podio de Sydney 2000 con la medalla de bronce. Miré a mis ex compañeros rusos con la medalla de oro colgada en el cuello, y admito que sentí envidia. Me dije que tenía que retirarme con el oro para España". "Quiero llegar hasta los Juegos de Atenas 2004", sentencia Talant, quien para entonces tendrá 34 años y una maltrecha rodilla con más kilómetros acumulados.

El central de la selección española revela el secreto que le ha hecho indestructible. "Desde que era pequeño, con la leche de mi madre, me insuflaron la idea de ser un líder y de ser un ganador". "Yo en mi época joven también anduve por el filo de la navaja, pero gracias al balonmano estoy donde estoy. Se lo debo todo al balonmano", comenta Talant, nacido en Frunce (Kirguizistán) el 2 de junio de 1970. Talant es el pequeño de cuatro hermanos, de los que sólo viven dos. Comenzó a jugar al balonmano a los 12 años en el colegio. Se levantaba a las 7 de la mañana para ir a entrenarse, con 10 bajo cero, y regresaba a casa a las 9 de la noche. Se dedicó por entero a perfeccionarse como jugador.

El servicio militar hizo que recalase con 18 años en el club del Ejército soviético, el CSKA de Moscú, en donde gracias a su inigualable calidad escaló en pocos años desde las categorías inferiores al primer equipo.
Allí conoció a Olga, su mujer de nacionalidad rusa y jugadora de balonmano, con la que se casó en 1991. "Sin ella no sé qué hubiese sido de mí. Siempre me apoyó en todo", tercia Talant. A los 24 años, después de los Juegos de Barcelona (medalla de oro con el equipo unificado CEI), fichó por el Teka. Talant sale de Moscú, una ciudad de grandes dimensiones, y recala con su mujer embarazada en Santander. El impacto no fue tal. El central y su mujer se enamoraron a los pocos días de la ciudad y sus costumbres. "Santander es mi ciudad preferida. Cuando me retire, quiero ser entrenador o seguir vinculado al balonmano, y quiero hacerlo en Santander", asevera.

En el aspecto competitivo, Talant recuerda que "aquello era una locura". "La ciudad estaba volcada con el equipo. En mi primera temporada sólo perdimos un partido, y ganamos la Copa EHF y la Supercopa. Además, nació mi hijo mayor (Alex, que ahora tiene 10 años) y mi mujer comenzó a jugar en un equipo de la ciudad. Fueron unos años hermosos". Pero todo cambió para la familia Dujshebaev cuando el central mágico del Teka no puede rechazar una oferta del Nettetelsted alemán. Talant firmó por 5 años, pero nada más llegar al club germano comenzaron sus problemas con el vestuario y rescindió su contrato de forma unilateral para recalar en el cercano club Minden. "No nos llegamos a adaptar en momento alguno. Ni siquiera mi mujer quiso aprender alemán", recuerda.

Por un problema con el fisco alemán, Talant es detenido y pasa como preventivo 24 horas incomunicado en los calabozos. Lesiones, falta de adaptación, clima... Todo le pasó factura a Talant y, a comienzos de 2001, tras los Juegos, llegó a meditar su retirada. Finalmente, y rechazado el proyecto de Qatar, aceptó la oferta del Ciudad Real, cuyo contrato sufraga una empresa de zumos a cambio de su imagen. "En Ciudad Real estoy muy a gusto. Es una ciudad pequeña y cómoda, y el clima me gusta. Con Juan de Dios Román como entrenador me encuentro muy bien. Siempre confió en mí, incluso me dio su apoyo en los momentos difíciles. Le estoy por ello agradecido", explica. Dujshebaev, ya en Caminha y a dos días vista del partido decisivo en el Mundial, cree que España tiene "muchas posibilidades" de acceder a las semifinales. La llave que abre esa puerta será ganar el jueves a Islandia.

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