L D (EFE)
Kostelic, reina de los Juegos de Salt Lake City (Estados Unidos) -donde, hace un año, ganó tres oros (combinada, gigante y eslalon) y una plata (supergigante)- se imponía en una prueba cuyo resultado final, no obstante, fue más apretado de lo esperado. La esquiadora de Zagreb, de 21 años, completó la prueba que une los tiempos de un descenso y de un eslalon, disputados ambos, bajo un sol radiante, en la pista Engiadina de St. Moritz, con un crono vencedor de dos minutos, 41 segundos y 63 centésimas, sólo seis menos que la jovencísima austriaca Nicole Hosp, que se colgó al pecho la medalla de plata.
Hosp fue la única que aguantó las arremetidas de la croata, que fue muy superior al resto de las competidoras y le colocó más de dos segundos a la suiza Marlies Oester, que fue tercera y logró la tercera medalla para el país anfitrión, tras la plata de Corinne Rey-Bellet y el bronce de Bruno Kernen, ambos en los descensos. Kostelic mantuvo el tipo en el descenso, en el que fue duodécima y sólo perdió 67 centésimas respecto a la sueca Janette Hargin -la mejor en la primera parte de la competición-, y pronto escaló posiciones. Tras la primera manga del eslalon, la croata ya era segunda, a tan sólo 17 centésimas de la austriaca Hosp, que, tras haber sido tercera en el descenso, pasó en ese momento a liderar la prueba.
Y en la segunda, sin forzar en exceso, se aseguró el mejor tiempo en el eslalon y la victoria final, que sólo consiguió tras aguantar la respiración durante la última bajada Hosp, de 19 años, que había sorprendido en octubre al firmar un histórico triple empate junto a la noruega Andrine Flemmen y la eslovena Tina Maze en el gigante de Soelden (Austria), prueba inaugural de la Copa del Mundo. Oester, que tras la primera manga del eslalon ya se situaba en tercera posición, mantuvo la plaza y ganó el bronce, con sólo dos centésimas de ventaja sobre la austríaca Marlies Schild. Si apretada fue la lucha por la victoria, no lo fue menos la pugna por el tercer peldaño del podio, en una prueba en la que Kostelic saldó dos cuentas pendientes.
Una con los mundiales y otra con la estación en la que acabó sucediendo en el trono mundial de la combinada a la alemana Martina Ertl, que hoy no pudo defender el título y se tuvo que conformar con la sexta plaza final, por detrás de su compatriota Maria Riesch. En St. Moritz fue donde hace tres años Kostelic sufrió una gravísima lesión de rodilla que llegó a hacer temer por su futura progresión en el mundo del esquí. En los mundiales de Sankt Anton (Austria), hace dos años, no cubrió con las expectativas que había creado, la temporada en la que ganó la primera y, de momento, única Copa del Mundo para Croacia. Un triunfo que está a punto de repetir esta temporada, en la que lidera con firmeza la general y ya se ha adjudicado la Bola de Cristal de eslalon.
La andaluza de origen chileno Carolina Ruiz, única española participante, concluyó en décimo sexta posición, en la tercera de las cinco pruebas mundialistas que disputará. La esquiadora de Sierra Nevada tuvo un pequeño fallo en la zona intermedia de la pista de descenso y notó cierta falta de ritmo en el eslalon, disciplina que no ha entrenado mucho últimamente, y que, desde la introducción del esquí de carving, favorece a sus especialistas, frente a los de velocidad, en la prueba combinada. Ahí basó su victoria Kostelic, que encabezó un podio lleno de novatas medallistas en la historia de los mundiales.
Hosp fue la única que aguantó las arremetidas de la croata, que fue muy superior al resto de las competidoras y le colocó más de dos segundos a la suiza Marlies Oester, que fue tercera y logró la tercera medalla para el país anfitrión, tras la plata de Corinne Rey-Bellet y el bronce de Bruno Kernen, ambos en los descensos. Kostelic mantuvo el tipo en el descenso, en el que fue duodécima y sólo perdió 67 centésimas respecto a la sueca Janette Hargin -la mejor en la primera parte de la competición-, y pronto escaló posiciones. Tras la primera manga del eslalon, la croata ya era segunda, a tan sólo 17 centésimas de la austriaca Hosp, que, tras haber sido tercera en el descenso, pasó en ese momento a liderar la prueba.
Y en la segunda, sin forzar en exceso, se aseguró el mejor tiempo en el eslalon y la victoria final, que sólo consiguió tras aguantar la respiración durante la última bajada Hosp, de 19 años, que había sorprendido en octubre al firmar un histórico triple empate junto a la noruega Andrine Flemmen y la eslovena Tina Maze en el gigante de Soelden (Austria), prueba inaugural de la Copa del Mundo. Oester, que tras la primera manga del eslalon ya se situaba en tercera posición, mantuvo la plaza y ganó el bronce, con sólo dos centésimas de ventaja sobre la austríaca Marlies Schild. Si apretada fue la lucha por la victoria, no lo fue menos la pugna por el tercer peldaño del podio, en una prueba en la que Kostelic saldó dos cuentas pendientes.
Una con los mundiales y otra con la estación en la que acabó sucediendo en el trono mundial de la combinada a la alemana Martina Ertl, que hoy no pudo defender el título y se tuvo que conformar con la sexta plaza final, por detrás de su compatriota Maria Riesch. En St. Moritz fue donde hace tres años Kostelic sufrió una gravísima lesión de rodilla que llegó a hacer temer por su futura progresión en el mundo del esquí. En los mundiales de Sankt Anton (Austria), hace dos años, no cubrió con las expectativas que había creado, la temporada en la que ganó la primera y, de momento, única Copa del Mundo para Croacia. Un triunfo que está a punto de repetir esta temporada, en la que lidera con firmeza la general y ya se ha adjudicado la Bola de Cristal de eslalon.
La andaluza de origen chileno Carolina Ruiz, única española participante, concluyó en décimo sexta posición, en la tercera de las cinco pruebas mundialistas que disputará. La esquiadora de Sierra Nevada tuvo un pequeño fallo en la zona intermedia de la pista de descenso y notó cierta falta de ritmo en el eslalon, disciplina que no ha entrenado mucho últimamente, y que, desde la introducción del esquí de carving, favorece a sus especialistas, frente a los de velocidad, en la prueba combinada. Ahí basó su victoria Kostelic, que encabezó un podio lleno de novatas medallistas en la historia de los mundiales.