El botellazo de Paolo Guerrero a un aficionado pasa a manos de la fiscalía

La Fiscalía de Hamburgo ha abierto sumario contra el jugador por sospecha de agresión física por el incidente protagonizado por éste, al término del encuentro del pasado fin de semana contra el Hannover. El partido terminó con sonoros abucheos del público contra el rendimiento del Hamburgo, a lo que el jugador, camino a los vestuarios, reaccionó arrojando una botella contra un espectador. Su presunta víctima no ha presentado denuncia, pero la fiscalía estudia si puede considerarse esa botella como un objeto contundente y si hubo intencionalidad de agresión.

Las posibles consecuencias judiciales se suman a las deportivas y económicas que probablemente acarreará el caso para Guerrero, de 26 años, ya que la comisión deportiva de la DFB le abrió asimismo expediente. Se espera que la DFB le imponga una suspensión, que podría ser de seis meses, en cuanto la dirección del Hamburgo se pronuncie por escrito explicando su versión de lo ocurrido.

La propia dirección de ese club de la Bundesliga ha actuado ya con contundencia y le ha impuesto la mayor sanción económica de la historia de ese club. Por parte del Hamburgo no se ha precisado el monto de esa sanción, pero en medios alemanes se baraja la cifra de 50.000 o hasta 100.000 euros.

El incidente ocurrió al término del encuentro, cuando Guerrero se dirigía a vestuarios tras el 0-0 con el que acabó el partido, bajo un alud de abucheos del público. Al parecer se sintió insultado por algo que escuchó desde el graderío y lanzó entonces la botella de plástico que tenía en la mano contra un espectador que se encontraba en esa tribuna, al que impactó en el rostro. Tras ello, los servicios de vigilancia tuvieron aún que contenerlo, puesto que se pretendía lanzarse hacia la tribuna.

El jugador se ha disculpado con posterioridad por su reacción, calificada de injustificable en un profesional tanto por voces federativas como de su propio club.