Un gol de Jermain Defoe ha dado a Inglaterra una victoria (0-1) ante Eslovenia que le permite sellar su clasificación para octavos de final del Mundial. Eso sí, el equipo de Fabio Capello pasa como segundo de grupo tras el triunfo (1-0) de Estados Unidos frente a Argelia.
Libertad Digital / Agencias
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alpairo dijo el día 23 de Junio de 2010 a las 19:54:
¿Pírrica victoria? A ver si estudiamos un poco de historia. La victoria habría sido pírrica si los ingleses hubieran sufrido la explusión de tres jugadores, otros cuatro hubieran acabado el partido con lesiones de importancia, y los del banquillo hubieran tenido que ser ingresados en un psiquiátrico por culpa de las vuvuzelas. Y ello con independencia de que hubieran ganado por un gol de diferencia o por catorce.
Así, para el próximo partido, Capello tendría que alinear al masajista y al utillero para completar el once. Es decir, una victoria pírrica es aquella que tiene para el vencedor un costo tan grande en personal y/o material, que lo deja prácticamente incapacitado para seguir batallando.
Eso es lo que le ocurrió a Pirro, rey de Epiro, en la batalla de Heraclea (280 aC). Los griegos derrotaron a las legiones romanas, pero como aquéllos perdieran en combate a sus mejores generales y tropas, Pirro comentó a los que le felicitaban tras la batalla: Otra victoria como esta, y tendré que regresar a Epiro solo.
Así que ya está bien de que los comentaristas deportivos nos demuestren su cultura hablando de victorias pírricas cuando son cortas; o que se refieran a los brasileños como cariocas, cuando sólo los habitantes de la región de Rio de Janeiro lo son.
¿Pírrica victoria? A ver si estudiamos un poco de historia. La victoria habría sido pírrica si los ingleses hubieran sufrido la explusión de tres jugadores, otros cuatro hubieran acabado el partido con lesiones de importancia, y los del banquillo hubieran tenido que ser ingresados en un psiquiátrico por culpa de las vuvuzelas. Y ello con independencia de que hubieran ganado por un gol de diferencia o por catorce.
Así, para el próximo partido, Capello tendría que alinear al masajista y al utillero para completar el once. Es decir, una victoria pírrica es aquella que tiene para el vencedor un costo tan grande en personal y/o material, que lo deja prácticamente incapacitado para seguir batallando.
Eso es lo que le ocurrió a Pirro, rey de Epiro, en la batalla de Heraclea (280 aC). Los griegos derrotaron a las legiones romanas, pero como aquéllos perdieran en combate a sus mejores generales y tropas, Pirro comentó a los que le felicitaban tras la batalla: Otra victoria como esta, y tendré que regresar a Epiro solo.
Así que ya está bien de que los comentaristas deportivos nos demuestren su cultura hablando de victorias pírricas cuando son cortas; o que se refieran a los brasileños como cariocas, cuando sólo los habitantes de la región de Rio de Janeiro lo son.