La derrota en la Stanley Cup provoca una ola de violencia en Vancouver

Varias zonas del centro de Vancouver amanecían arrasadas después de que cientos de personas provocasen incendios y destruyesen establecimientos comerciales tras la derrota del equipo local de los Canucks en la final de la Liga Profesional de hockey sobre hielo (NHL) ante los Bruins de Boston (0-4), en el séptimo y último partido de los play-offs.

Cuando acabó el partido se iniciaron los disturbios. Centenares de personas desfilaron por el centro de la ciudad y volcaron vehículos, provocaron incendios y saquearon establecimientos comerciales. La policía de Vancouver ha asegurado que estos disturbios son peores que los ocurridos en la ciudad en 1994, cuando los Canucks también perdieron la final de la NHL ante los Rangers de Nueva York.

El alcalde de Vancouver, Gregor Robertson, ha dicho que los incidentes habían sido provocados por un reducido número de personas, pero las imágenes retransmitidas por las televisiones canadienses muestran a miles de personas totalmente descontroladas.

La policía local ha tenido que emplearse a fondo para evitar que se extendieran los disturbios. Más de 100 personas han sido tratadas en centros hospitalarios del centro de la ciudad por inhalación de gases lacrimógenos. Además, media docena de personas han sido apuñaladas.

Alrededor de 100.000 personas se habían congregado en el centro de la localidad, de más de 600.000 habitantes, para presenciar a través de las pantallas gigantes el partido con la esperanza de que los Canucks devolviesen la Stanley Cup a Canadá. A pesar de que el hockey sobre hielo es el deporte nacional en ese país, ningún equipo canadiense ha ganado la competición desde 1993. Los últimos en hacerlo fueron los Montreal Canadiens, que se impusieron por 4-1 a Los Angeles Kings en las finales.