
Rory McIlroy se ha adjudicado el primer major de su carrera al proclamarse campeón del Abierto de Estados Unidos, tras una exhibición de golf en el Congressional Country Club de Bethesda (Maryland, EEUU) que ha confirmado la aparición de una nueva figura a seguir y donde el español Sergio García ha podido culminar una notable actuación al finalizar en séptimo lugar.
El norirlandés, que con tan sólo 22 años y un mes se convierte en el ganador más joven del Abierto de EEUU –segundo major del curso tras el Mastes de Augusta–, ha firmado un torneo inmaculado que supone el récord de golpes en este grande con un acumulado de 16 bajo par –Tiger Woods lo hizo en -12 en el año 2000–. Además, McIlroy destierra los fantasmas del pasado Masters, donde perdió la Chaqueta Verde en un aciago domingo, tras ir líder desde el primer día.
Por otro lado, el golf europeo mantiene su momento dulce en detrimento del norteamericano. Phil Mickelson, el último golfista de Estados Unidos que ganó un grande (Masters 2010), ha terminado en una decepcionante quincuagésima cuarta posición, y ninguna de las jóvenes promesas norteamericanas ha ofrecido sorpresa alguna. Ni ha podido estar siquiera al nivel de los mejores en el Congressional.
El mejor, McIlroy, comenzaba el último día en Bethesda con una ventaja de ocho golpes sobre su inmediato perseguidor, el surcoreano YE Yang, con lo que se esperaba un domingo de descanso si no fuese por lo ocurrido en Augusta. El norirlandés ha querido dejar claro que está por encima del resto y ha vuelto a firmar una actuación sublime. No ha estado Tiger Woods por lesión, pero sí su posible sucesor. Un jugador de 22 años que sólo tiene como rival a él mismo, en la juventud y la obligación de seguir en lo más alto ahora que ya ha llegado, que ya sabe lo que es ganar un grande. McIlroy, que sucede a su compatriota Graeme McDowell, se lleva el Abierto de EEUU haciendo gala de un nivel y preparación envidiable por el resto.
Tras la jornada del sábado, el día de las remontadas, el inglés Lee Westwood y el australiano Jason Day se unían a Yang en la lucha por el segundo puesto. Con el primero decidido casi desde el primer día, la lucha por buenas posiciones fue igualada hasta el final, donde se impuso el joven Day. Como ya hiciera el pasado mes de abril en Augusta, el australiano ha vuelto a firmar un segundo puesto en un major. Haciendo gala de una gran regularidad y sangre fría, Jason Day se hace con un hueco en el golf mundial, a cuyo liderato también parece estar llamado. Por su parte, Westwood, exnúmero uno mundial, ha terminado junto a otros cuatro golfistas.
Mención aparte merece Yang. El surcoreano, salvando bolas imposibles, se ha mantenido arriba de la tabla. El jugador asiático tuvo la difícil tarea de seguir el ritmo de partida de McIlroy, con el que estaba emparejado desde el sábado. Yang veía igualado o mejorado por el norirlandés cada uno de sus golpes maestros, con lo que ha acabado por ceder su segunda posición.
Sergio García vuelve a escena
Entre los mortales que han intentado seguir a McIlroy ha estado también el español Sergio García. El castellonense, que venía de clasificarse desde una previa hace dos semanas en Memphis, no terminaba de ser regular en su juego y ha venido a hacerlo en el mejor escenario, uno en el que las grandes actuaciones valen por dos.
El de Borriol ha resurgido en Bethesda. No ha defraudado y ha mantenido el nivel demostrado durante las tres rondas anteriores para acabar en séptima posición con un total de cinco bajo par. A pesar del sabor amargo que dejaban tres de los últimos putts, donde se le escapaban sendas oportunidades de birdies, el Niño volvía a mostrar su mejor cara. Con golpes al más puro estilo de Severiano Ballesteros, García ha vuelto a ilusionar y a ofrecer una gran imagen en un grande en el que ha tenido a tiro la tercera posición. Así, y sin pasar del par en ninguno de los cuatro días, confirma su vuelta a la primera plana del golf.
Peor suerte ha corrido el otro español en liza, el gaditano Álvaro Quirós, que ha vivido este domingo su peor día en Bethesda. Tras cumplir con su principal objetivo de pasar el corte, Quirós veía desvanecerse las opciones de situarse en el top ten al caer en las trampas del difícil recorrido del Congressional Country Club. Aún así, los cuatro bogeys y dos doble bogeys de su última tarjeta no empañan la buena actuación del andaluz, que debe aspirar a más.
