El final del partido entre la selección española y la de Chile tuvo una imagen curiosa a la par que lamentable, en forma de tángana con muchos jugadores implicados.
Más allá de que cualquier pelea que suceda en el terreno de juego sea un hecho reprobable, destacó el hecho de que madridistas y azulgranas se unieran a la hora de ‘repartir’.
Todo empezó con un pique entre Iniesta y Vidal. Mientras estaban encarados apareció por ahí, como queriendo decir "métete con uno de tu tamaño" Álvaro Arbeloa, que empujó al chileno de la Juventus. Varios rivales fueron a por el lateral del Real Madrid, momento en el que entró en acción Carlos Busquets para defender a su compatriota. Y cuando el centrocampista catalán estaba en aputos llegó corriendo, quien sabe de donde, Sergio Ramos, que fue el que más dio.
En fin, una imagen que desde aquí rechazamos pero que, en cierta medida, ha venido a decir que el buen rollo en la selección sí que existe, y que internacionales de Madrid y Barcelona siguen estando juntos. Por lo menos, a la hora de pegarse.