El Real Madrid consiguió una agónica victoria (74-76) ante el Herbalife Gran Canaria en el Centro Insular de los Deportes, en un duelo de la trigésima jornada de competición de la Liga Endesa que resolvió Nikola Mirotic con una canasta en el último segundo del partido.
Con la moral por las nubes tras su brillante clasificación para la Final Four de la Euroliga, el conjunto de Pablo Laso dominó el encuentro desde el principio pero el Herbalife Gran Canaria, uno de los mejores locales de la Liga Endesa, logró remontar en el último cuarto y provocó un final de infarto.
Nikola Mirotic (19 puntos), anotó dos tiros libres antes de resolver el partido con un rebote de ataque y posterior canasta en el último segundo, ante un Herbalife atónito. Antes, Alvarado llevó al Centro Insular al éxtasis sembrando el miedo en el cuerpo del coloso (72-72) a falta de quince segundos.
Los de Pedro Martínez fueron a remolque todo el duelo, comenzaron teniendo problemas con el perímetro madridista, muy acertado, y sobre todo en la zona, con el rebote convirtiéndose en un aspecto capital. Sin embargo, Spencer Nelson reanimó a un Herbalife sometido. l ala-pívot estadounidense (24 puntos, 6 rebotes y 4 asistencias) ofreció un clínic en el segundo período y niveló la contienda al descanso (34-37). La abultada victoria madridista de la ida no tendría segunda parte.
Mirotic sentencia
Los blancos, con once jugadores anotando pero sólo Mirotic en dobles dígitos, volvieron a poner tierra de por medio tras la reanudación pero la fe local no decayó. Entre Ryan Toolson y Brad Newley encendieron a los aficionados e impidieron que la renta, que llegó a ser de diez puntos (53-63) a falta de seis minutos, fuese definitiva.
Alvarado apareció como héroe pero el talento de Mirotic, el mejor de los suyos, volvió a golpear, esta vez sí de forma inapelable por no dejar margen para la respuesta. El día que Felipe Reyes se convirtió en el decimoctavo jugador que supera los 6.000 puntos en la Liga Endesa, el Real Madrid reafirmó su condición de ogro este curso ante un rival de postín y en una cancha de extrema dificultad.