
Con apenas 13 años, Mohamed Dabone se ha convertido en una de las mayores sensaciones de todo el baloncesto europeo. El pívot burkinés del Barça, de 2,10 metros de altura, no solo está llamado a marcar una época en la cantera azulgrana, sino que ya empieza a dejar huella en la dinámica del primer equipo, donde ha sido integrado por Joan Peñarroya tras completar la pretemporada con los mayores.
Debut soñado
El amistoso que los culés ganaron este viernes al Bàsquet Girona (77-88) en Playa de Aro (Gerona) quedará grabado en la memoria de Dabone (cumplirá 14 años el próximo 21 de octubre), que se estrenó con la camiseta del primer equipo azulgrana anotando cuatro puntos y capturando tres rebotes.
😳 Mohamed Dabone (13 años), debutando y machacando con el Barça pic.twitter.com/t4sYgFcugK
— Eurohoops España (@EurohoopsES) September 12, 2025
Pero no solo por ello, sino también por hacerlo con un gesto de poderío que resume su perfil como jugador: un mate a dos manos tras capturar un rebote ofensivo. Una acción sencilla en apariencia, pero que condensa sus principales virtudes: físico, instinto y agresividad en la pintura.
Talento precoz
Dabone es un pívot de manual. Fuerte, largo, con una envergadura que le permite intimidar y dominar cerca del aro, además de tener una capacidad innata para ganar posiciones en la zona. Su estilo de juego se basa en la superioridad física, pero también en un entendimiento del juego sorprendente para su edad. Es capaz de leer los rechaces, taponar con buen timing y finalizar con contundencia en las inmediaciones del aro.
Lo demostró en la Minicopa Endesa de 2024, disputada en Málaga, donde fue el MVP con unos números de escándalo: 18,3 puntos, 13,5 rebotes y 4,5 tapones por partido. En la final contra el Real Madrid, firmó una actuación legendaria: 22 puntos con un 91% de acierto en tiros de dos, 26 rebotes, seis tapones y cinco recuperaciones de balón. Una carta de presentación que, como cabía esperar, rápidamente le colocaría en el mapa internacional.
Carácter y madurez
Fuera de la pista, Dabone es tímido, reservado, de origen humilde. Pero cuando entra en el parqué, su carácter cambia por completo. Según cuentan en el club, saca un desparpajo impropio de su edad, como si el balón le diera confianza y seguridad. Esa dualidad —introvertido en lo personal, toda una bomba en lo deportivo— es parte de lo que fascina al entorno azulgrana.
En el Barça saben que tienen entre manos un diamante en bruto, pero insisten en la necesidad de ir paso a paso. Por eso Peñarroya deja claro que "es un chico muy joven, todavía verde. Tiene un gran revuelo a su alrededor, pero debemos ser pacientes. No está aquí para solucionar problemas de la primera plantilla".
La intención del club es que Dabone se mantenga en la dinámica del primer equipo junto a otro joven interior, Sayon Keita (17 años), pero que su desarrollo sea progresivo. Es bastante probable que debute esta temporada en un partido oficial, pero todo dependerá de que la ACB le conceda un permiso especial, ya que solo tiene 13 años. Precedentes como Ricky Rubio, Bassala Bagayoko o Carlos Alocén juegan a su favor.
Un futuro escrito en grande
Lo que sí parece seguro es que su nombre se añadirá tarde o temprano a la lista de talentos precoces que dieron el salto a la élite desde muy jóvenes. Con su físico privilegiado, su mentalidad y su capacidad para marcar diferencias en la zona, Mohamed Dabone apunta a ser una de las grandes figuras del baloncesto europeo en la próxima década.
Eso sí, de momento el Barça y su entorno más cercano piden calma. El niño prodigio todavía tiene que crecer, aprender y adaptarse. Pero cada vez que pisa la pista, queda claro que el futuro del club azulgrana ya se está escribiendo en las manos de este jovencísimo pívot de Burkina Fasso de 2,10 metros... y solo 13 años.


